La guerra comercial entre EE UU y China, el encarecimiento de las materias primas y el enfriamiento económico en la UE han pasado factura a las expectativas de las empresas exportadoras. El indicador sintético de actividad exportadora, que elabora trimestralmente la Secretaría de Estado de Comercio, alcanzó entre julio y septiembre un valor de 15,9 puntos, el nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2014, cuando fue de 7,4 puntos. Este indicador se elabora a partir de una encuesta a 1.911 empresas exportadoras regulares (han vendido bienes de forma consecutiva durante cuatro años) que venden por un valor superior a los 30.000 euros anuales y combina dos parámetros: por un lado, la cartera de pedidos en el tercer trimestre y las perspectivas para los siguientes tres y doce meses.

El 54% de las compañías consultadas considera que sus ventas se mantuvieron estables en el tercer trimestre, mientras que un 26,8% considera que crecieron y un 18,4% que bajaron. Todos los porcentajes han bajado respecto al mismo período de 2017, aunque se mantienen en parámetros similares. Esa estabilidad también predomina en las perspectivas a tres meses (el 52,4% no prevé cambios con respecto a 2017) y a doce meses (un 48,6%).

Entre los factores que más influyen de forma negativa en la actividad exportadora, las empresas destacan el precio de las materias primas, con un 61,6% de las respuestas (casi diez puntos más que en el tercer trimestre de 2017), seguida por la competencia en precios (56,4%, dos puntos más que doce meses antes) y el precio del petróleo (54,7%, casi veinte puntos más). El barril de Brent se ha situado en torno a los 80 dólares, con una apreciación del 39% en un año y del 56% en dos años, y está afectando de forma negativa a sectores como el de bienes de equipo o la industria pesada, intensivos en el consumo de energía.

Las empresas prevén que sus principales mercados seguirán en la UE, con Francia, Italia y Alemania a la cabeza, seguida por Reino Unido y EE UU, en cuarto y quinto lugar. Ni el brexit ni la guerra comercial parecen hacer hecho mella entre los exportadores.

Fuente: Cinco Días