Tienda de Gunni & TrentinoTienda de Gunni & Trentino

Desde que en 1970 Gunni & Trentino viera la luz en Madrid, hasta hoy, la firma de decoración y diseño de interiores ha crecido a un ritmo lento pero sorprendentemente firme.

“Mis padres empezaron este negocio con un establecimiento únicamente dedicado al diseño y montaje de cocinas en Madrid, en el barrio de Cuatro Caminos”, recuerda José Manuel Moreno, uno de los socios actuales y director general de la firma. Casi medio siglo más tarde han inaugurado una macrotienda de 3.000 metros cuadrados en pleno centro de Madrid.

En 1998, tras el fallecimiento del fundador, recoge el testigo su hijo, quien junto con su madre, Pilar Jiménez, confían en la diversificación para hacer despegar el negocio. “Decidimos pegar un salto y, además de las cocinas, empezamos a trabajar en el diseño de baños, el mobiliario de exterior, de interior y hasta de oficinas. Nos propusimos convertir a Gunni en el proveedor global de una casa”, cuenta. Siempre, sin perder la base de lo que, hasta entonces, había sido Gunni: materiales de alta calidad y sofisticación. El lujo en cualquier estancia.

Bajo este propósito abrieron varias tiendas en Madrid, hasta llevar sus diseño a la Costa del Sol, con la apertura del primer local en Marbella (Málaga). “Pero el verdadero hito para la firma llegó en 2008 con la fusión con Trentino que dio lugar a lo que es hoy la marca Gunni & Trentino. En un sector tan atomizado como este, “la unión con nuestros competidores de entonces nos ha permitido aprovechar sinergias y crecer”, cuenta el directivo.

De la mano de Cecilio Cabanas y Ramón Díaz (los socios provenientes de Trentino), la firma multiplicó sus puntos de venta en España: “Tras la fusión, casi de la noche a la mañana teníamos en nuestras manos una empresa fuerte y consolidada que ofrecía un servicio global”, dice Moreno.
Llegó la crisis en 2008 y la construcción cayó en picado. “Perdimos una pata de nuestro modelo de negocio, el sector promotor se desplomó”, apunta el director general. En aquel momento, el 25% de la facturación de Gunni & Trentino venía de aquellas obras nuevas que la crisis inmobiliaria paró en seco.

Afortunadamente, la caída del sector inmobiliario pasó “muy por encima en la firma”, matiza. Se compensó con una importante estrategia de internacionalización, con aperturas en Colombia, Qatar y Kuwait.

Al día de hoy, casi 10 años más tarde, el salto al exterior permite que el 20% de la facturación venga de fuera. “Ya tenemos definido el próximo destino. Creemos que Miami, para entrar en EE UU y México, será nuestro siguiente paso, siempre de la mano de un socio local acorde a nuestra filosofía”, cuentan.

Líneas de negocio

La principal línea de negocio de la cadena de decoración es básicamente “el tique único en tienda, es decir, que un cliente pueda adquirir lo que quiera para cualquier estancia e incluso diseñar su interior”, dice. Algo que ya conocíamos los españoles gracias al modelo Ikea, pero donde el servicio posventa es la principal diferencia.

El 50% de los productos salen directamente de fábricas propias y asociadas, todas en España y con diseños exclusivos. “La otra mitad de nuestro catálogo son piezas de firmas internacionales de decoración de las que Gunni & Trentino es el distribuidor en exclusiva”, afirma.

El directivo dice que en la compañía “tenemos dos puntos que nos otorgan valor añadido: un servicio de logística propio, donde no subcontratamos y que nos permite cuidar hasta el final al cliente, y una atención de posventa muy cuidada”.

Eso sí, reconocen que, tras la crisis, “los consumidores han dado prioridad al gasto, por lo que nuestros precios de venta al público se han ajustado a todos los perfiles”. Actualmente, Gunni & Trentino factura cerca de 40 millones de euros al año y da trabajo a 170 personas de forma directa, además de todos los empleos indirectos generados por los socios fabricantes en los que se apoya para completar su catálogo de productos.

Fuente: Cinco Días