La Comisión Europea ha concedido este jueves una subvención de 578 milones de euros para la interconexión eléctrica submarina entre España y Francia a través del Golfo de Vizcaya, un proyecto con una inversión estimada en 1.750 millones de euros.
Las ayudas comunitarias se quedan por debajo de los 700 millones de euros solicitados por lo que la factura final para España puede elevarse en más de 100 millones de euros, hasta casi 650 millones.
Francia ya había anunciado que, en ningún caso, elevaría su aportación, prevista en 528 millones de euros, por lo que el Estado español, que es el más interesado en el proyecto, deberá con toda probabilidad cubrir la diferencia si quiere que siga adelante. Más concretamente, lo pagarán los consumidores en la factura de la luz.
La ayuda de la Comisión es la mayor concedida hasta ahora dentro del programa europeo Conectar Europa, que cuenta con una partida de 5.000 millones de euros para facilitar la construcción de infraestructuras energéticas transfronterizas entre 2014 y 2020. El organismo presidido por Jean-Claude Juncker considera la integración del mercado energético como una de sus prioridades.
Aun así, el subsidio se ha quedado corto para las aspiraciones de los gobiernos de España y Francia porque el presupuesto comunitario disponible para este ejercicio ha sido de 873 millones y se ha repartido entre 17 proyectos seleccionados, incluida la colosal interconexión que discurrírá a lo largo de 370 kilómetros entre la costa de Bilbao hasta la región francesa de Aquitania. «Se trata de proyectos de gran calado, con beneficios transfronterizos importantes», ha señalado Maros Sefcovic, vicepresidente de la CE responsable de Energía, al anunciar las ayudas concedidas.
En el caso del proyecto del Golfo de Vizcaya, la subvención europea estuvo a punto de perderse por la falta de acuerdo entre Madrid y París sobre el reparto de los costes de una infraestructura que en un 70% se encontrará en territorio francés pero cuyos beneficios redundarán hasta en un 65% en el mercado español.
Los reguladores energéticos de los dos países (CNMC y CRE, respectivamente) pactaron finalmente un reparto claramente ventajoso en términos financieros para Francia, que fijó su aportación en 528 millones de euros fuese cual fuese la subvención europea finalmente concedida, según el contrato que avanzó Cinco Días..
El acuerdo, además, prevé que, en principio, las ayudas comunitarias se repartirán a partes iguales entre España y Francia, aunque la CNMC y la CRE podrían revisar ese reparto. De no ser así, la factura para España aun se elevaría algo más.
Pero España tiene poco margen de negociación porque considera imprescindible el proyecto para aumentar su capacidad de interconexión con Francia hasta los 5.000 MW (frente a los 2.800 MW actuales) y así acercarse al objetivo pactado a nivel europeo del 10% de la capacidad de producción instalada.
«La construcción de la interconexión entre Francia y España supone un importante paso adelante para acabar con el cuasi aislamiento de la península ibérica respecto del resto del mercado europeo de la energía», ha señalado el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.
El proyecto, según Red Eléctrica, supone «un desafío importante», con 280 kilómetros de cable submarino. En la orilla francesa, además, se precisa un cable subterráneo de 80 kilómetros. Se trata, además, de una línea de corriente continua, por lo que se deberán construir estaciones conversoras en ambas costas para conectar el cable a la corriente alterna utilizada en la red española y en la francesa.
Fuente: Cinco Días