Árima Real Estate, la socimi promovida por Luis Alfonso López de Herrera-Oria, fundador de Axiare, ha puesto en marcha la maquinaria para sacar a Bolsa su nuevo vehículo de inversión. La CNMV acaba de aprobar el folleto de la ampliación de capital, una operación en la que espera obtener ingresos de 300 millones de euros. Posteriormente, solicitará la admisión a cotización en el mercado continuo y prevé estar cotizando el 19 de octubre con el símbolo ticker ARM

A fecha del folleto, el capital social emitido por la Sociedad es de 63.000 euros; la ampliación será del 97,9% del capital; si bien el equipo gestor prevé quedarse el 3% de las acciones. El resto de la oferta de compra de acciones irá dirigida a «ciertos inversores institucionales y cualificados» a un precio de 10 euros por acción. Rodex Asset Management, vehículo de inversión de Herrera Oria, es titular de 6.279 acciones, el 99,67% del capital. La oferta está condicionada, entre otras cosas, al cumplimiento de ciertas condiciones.

La sociedad explica que pretende utilizar los ingresos de la oferta «para financiar futuras inversiones inmobiliarias de acuerdo con su estrategia de inversión». El equipo gestor se propone enfocar sus decisiones de inversión, principalmente, en activos inmobiliarios comerciales en Madrid (oficinas en la zona centro). Estos activos supondrán entre el 80% y el 90% de la inversión. El resto, entre el 10% y el 20%, se invertirá en Barcelona y otros enclaves logísticos principales, según recoge el folleto. Los planes de la Socimi pasan por completar las inversiones en un plazo de 15 a 18 meses.

El foco en Madrid y, en menor medida, Barcelona se basa en la percepción de estas ciudades como los mayores mercados de activos inmobiliarios de España en cuanto a número de empresas; tener mercados relativamente transparentes, con numerosos informes de terceros que cubren estas ciudades; y tener mercados relativamente líquidos.

El objetivo de rentabilidad de la sociedad será un retorno total para el accionista de entre el 12% y el 15%, una vez que las inversiones se hayan completado. Si Árima no hubiese invertido el 75% de los fondos obtenidos en la operación 18 meses después de ésta, convocaría junta para o bien devolver dinero a los inversores o bien prorrogar el plazo.  La sociedad no ha informado de planes sobre el pago de dividendos, pero sí resalta que mantendrá su estatus de Socimi, para lo que debe distribuir beneficios entre los accionistas.

Árima ha incluido en el folleto las cuentas del último ejercicio, si bien la escasa actividad de la firma hace que éstas sean poco representativas: tiene un balance de 86.000 euros y sufrió pérdidas por 96.000. El equipo gestor recibirá un salario fijo de dos millones de euros, más un bonus por un máximo del 150% de este salario fijo, es decir, otros tres millones. La empresa tiene también un plan de opciones sobre acciones con el que los gestores optarían hasta un máximo del 10% del capital. 

Herrera-Oria es un viejo conocido del sector. Lideró la cotizada Prima Inmobiliaria a finales de los años 90 y principios de la década pasada, cuando estaba controlada por el Grupo Kio. En el año 2000 fue adquirida por Vallehermoso, dando como resultado Testa Inmuebles en Renta.

Más tarde crearía la gestora Alza Real Estate y la sociedad Rodex Asset Managment, vehículo con el que ejerce actualmente el papel de administrador único de la nueva socimi Arima. En la nueva inmobiliaria incorpora como apoderado a Iván Azinovic, abogado socio de EY, en el que también confió en Axiare. Además suma al proyecto a su equipo en la anterior socimi: Guillermo Fernández-Cuesta, Stuart McDonald, Chony Martín y Fernando Arenas.

Fuente: Cinco Días