Las propuestas de metodología que ha elaborado la CNMC para calcular las tasas de rentabilidad financiera de los activos regulados del sector energético a partir de 2020 provocaron ayer un considerable castigo en Bolsa para las compañías afectadas, especialmente las gasísticas, con Enagás y Naturgy a la cabeza de las caídas. Los borradores de las circulares que ha redactado la CNMC, que serán sometidos a audiencia pública, se refieren a las redes de distribución y transporte de electricidad y las de gas natural y regasificación e implican un recorte considerable de las tasas percibidas hasta ahora por las principales afectadas, las cinco grandes eléctricas junto a REE, Naturgy y Enagás. En el caso de la retribución de las redes de gas natural, el tijeretazo oscila entre un 30% y un 40%, lo que supone que pasarán de contar con una tasa de rentabilidad del 10% a otra de un 7%, mientras que en el de las eléctricas el recorte será menor, del 6,5% al 5,4%. Las rebajas se aplicarán de forma progresiva.

Las circulares, que serán remitidas a las compañías afectadas el fin de semana, constituyen el estreno de la CNMC como organismo legislador, una potestad que ejerce desde el pasado enero y que se extiende a la metodología de retribución de las actividades reguladas y al establecimiento de los peajes de acceso, que se revisan a principio de año. Todo apunta a que se tratará de un estreno polémico, que ya ha suscitado, entre otras reacciones, rumores sobre un presunto complot en la mayoría del consejo por razones políticas. Pero un vistazo a los informes emitidos por el organismo en los últimos años confirma que el respaldo al cambio de criterio no es un giro oportunista, sino que se sostiene ya desde esas fechas.

Los cálculos del montante que supone este primer movimiento regulatorio de la CNMC apuntan a que la rebaja para las distribuidoras, que reciben unos 1.400 millones de euros anuales vía peajes, podría ascender a unos 400 millones de euros. Pese al impacto negativo que las circulares provocarán en las compañías, los recortes repercutirán beneficiosamente en los bolsillos de los usuarios, ya que reducirán la parte fija de la factura del gas o peajes. Se trata, en cualquier caso, de una propuesta de cambio de metodología sustentada en la potestad del regulador y en la propia legislación, lo cual no excluye que pueda ser objeto de propuestas o mejoras legítimas durante un trámite de audiencia pública que todavía está por comenzar.

Fuente: Cinco Días