El hospital de Basurto ha detectado un segundo caso de un bebé lactante afectado por una infección por Salmonella Agona que presenta antecedentes de consumo de leche maternizada elaborada por el grupo francés Lactalis. El estado de salud del bebe es bueno, no se encuentra hospitalizado y está bajo control y seguimiento médico, según ha informado Osakidetza en un comunicado, que recoge la agencia Europa Press.

Este mismo mes también se tuvo conocimiento de que otro bebé en Euskadi había sido atendido en diciembre en el hospital de Cruces afectado por una gastroenteritis por Salmonella. El lactante había consumido leche de la marca Damira, perteneciente al grupo Lactalis.

Osakidetza ha explicado que el pasado 12 de diciembre, tras la alerta remitida por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a todas las comunidades autónomas y siguiendo el procedimiento habitual en estos casos, se procedió en Euskadi a la inmovilización de la leche maternizada fabricada por el grupo francés.

Por último, ha indicado que el Departamento de Salud y Osakidetza mantiene una vigilancia epidemiológica activa y exhaustiva de todos los casos sospechosos que puedan presentarse.

El nuevo caso se suma a los más de 30 recogidos desde finales del año pasado en Francia y en España y que han llevado a la compañía a cerrar la fábrica de Craon, en Francia, donde produce distintas referencias de alimentación infantil.

El gigante francés de los lácteos, propietario en España de Puleva, se ha visto inmerso en una gran crisis alimentarias que en palabras de la propia dirección de la compañía «costará cientos de millones». El grupo se ha visto obligado a retirar toda la producción salida de aquella fábrica.

Esta misma semana se ha conocido, a través del Institut Pasteur de París, que los casos de la misma cepa de salmonela, ligada al consumo de productos de Lactalis, se remontan, al menos, hasta 2005, con más de una veintena de casos recogidos. El organismo sanitario francés abrió la puerta a que la cifra fuese incluso mayor, puesto que algunos pacientes fueron reconocidos como gastroenteritis, por su similitud de síntomas.

La crisis puede evolucionar en un frente judicial, puesto que las familias de los bebés afectados en Francia ya se han organizado para plantear una demanda contra la compañía, así como a las cadenas de supermercados como Auchan o Carrefour que reconocieron que habían comercializado estos productos.

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Fuente: Cinco Días