El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics sigue imparable. La compañía, que anunció ayer un split de sus acciones –el primero de su historia–, cerró 2017 con un beneficio neto récord de 42,19 billones de wones (31.785 millones de euros), un 85,6% más que en 2016, gracias sobre todo al tirón de su negocio de chips de memorias. Su facturación también creció un 18,7% hasta 180.540 millones de euros.
Solo en el último trimestre, su beneficio neto alcanzó los 9.239 millones, un 72,9% más que en el mismo periodo de 2016. Y sus ingresos subieron un 23,7%, hasta los 49.717 millones. La multinacional explicó que entre octubre y diciembre su negocio se vio impulsado sobre todo por su división de componentes, gracias a las ventas de tarjetas de memoria para smartphones y servidores, que cada vez exigen más capacidad de procesamiento.
Samsung, líder mundial en televisores, chips de memoria y teléfonos inteligentes, también mejoró las ventas de pantallas OLED, en gran medida porque la firma ha suministrado miles de estas pantallas a Apple para su iPhone X y a otros fabricantes de smartphones premium. Por contra, la firma coreana ha visto descender la rentabilidad de las pantallas LCD y los beneficios de su negocio de telefonía móvil por unos mayores costes de marketing. Además, aunque productos como el Galaxy Note 8 han sido un éxito, las ventas de sus terminales de gama baja y media han sufrido un retroceso, castigados por la competencia de fabricantes de móviles chinos.
La compañía despejó los temores de los inversores, preocupados porque el negocio de memoria hubiera tocado techo, y avanzó que prevé que la demanda de chips de memoria se mantendrá fuerte para este año. En concreto, espera que las ventas de chips flash DRAM y NAND tengan un crecimiento anual en 2018 del 20% y el 40%, respectivamente.
Sobre el split anunciado, Samsung explicó que dividirá cada título actual en 50 acciones, una decisión encaminada a atraer a nuevos inversores. Este movimiento, que elevará el volumen de acciones ordinarias en circulación, deberá aprobarse formalmente en la junta de accionistas que se celebrará el 23 de marzo. La compañía aseguró en un comunicado que había recibido numerosas solicitudes para llevar a cabo el split, ya que el alto precio de sus acciones suponía un obstáculo para posibles inversores. También dijo que con ello espera añadir liquidez y elevar el interés por sus acciones, lo que podría contribuir a mejorar su valor empresarial a largo plazo.
Samsung, que en 2017 concluyó su programa de recompra de acciones, también acordó ampliar en 750 millones los dividendos anuales correspondientes a 2017 hasta 4.354 millones de euros, un 46% más frente a 2016.
Chips específicos para criptomonedas
La tecnológica surcoreana amplía su radio de acción y ahora ha empezado a fabricar procesadores pensados específicamente para la minería de bitcoins y otras criptomonedas, según informaron ayer medios locales. La empresa, que se habría asociado con un fabricante chino especializado en la creación de equipos de minado, espera un fuerte crecimiento de sus ingresos por esta vía, debido al auge de estas monedas digitales.
La distribución de estos chips, listos para entrar en producción masiva ya, se llevará a cabo inicialmente en China, pero los planes de ambas compañías sería comercializarlos después en otros mercados como Corea del Sur y Japón. Según algunos medios, Samsung también planea fabricar unidades de procesamiento gráfico.
Fuente: Cinco Días