La Reserva Federal (Fed) decidió mantener los tipos de interés en la última reunión presidida por Janet Yellen, en una banda que se mueve entre el 1,25% y el 1,5%. Pero los mercados tratan de entender qué pasará a partir del próximo domingo, cuando Jerome Powell tome el relevo y tenga que decidir qué medidas adopta para evitar que la economía se recaliente sin amenazar la expansión.

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El curso de la política monetaria puede ser el catalizador para una corrección en Wall Street si no se modula correctamente. Ese temor se vio este martes, cuando el índice Dow Jones se dejó un 1,4% mientras el interés de los bonos a diez años repuntaba. El mercado de acciones, que despide enero encadenando diez meses de subidas, fue el gran beneficiado de la laxitud monetaria tras la crisis financiera.

El comunicado que emitió la Fed al final de la reunión es casi idéntico al que se publicó en diciembre, aunque con un tono más confiado. Esta vez no hubo rueda de prensa, ni previsiones económicas, ni proyecciones sobre los tipos de interés. Hasta ahora, la mayoría de los miembros se decanta por tres incrementos. La puerta está abierta para marzo, a la que seguirá otra en junio y una más en septiembre o diciembre si los datos acompañan.

El voto fue unánime. La nota final señala que los riesgos a corto plazo para la economía están «equilibrados». La Fed espera que el crecimiento avance con «solidez» y aunque en este momento no cambia las perspectivas por el efecto de la reforma fiscal, si se indica que va a seguir de cerca la marcha de los indicadores. La inflación está por debajo del 2%, pero la reciente caída del dólar y el alza del petróleo pueden presionar al alza.

Catorce años al frente de la Fed

Janet Yellen deja el sábado la Fed tras 14 años en el banco central, los cuatro últimos de presidenta. Se va con la inflación y el mercado laboral muy cerca de los objetivos que guían la política monetaria. Bajo su mandato se crearon 9,7 millones de empleos y se inició el proceso de retirada de estímulos que ella misma diseñó con Ben Bernanke para responder a la crisis financiera de 2008.

Durante su mandato, puso especial atención a los puntos más vulnerables del mercado laboral. A partir del domingo, el éxito de su estratégica dependerá su sucesor. Powell, que apoyó sin fisuras sus decisiones como gobernador, se comprometió a dar continuidad a la subida gradual de tipos de interés. Pero su gran reto será preservar ese equilibrio logrado por Yellen y el consenso interno.

Yellen tuvo la ventaja de no tener que afrontar una crisis mayor y tampoco se vio en la necesidad de pisar con más fuerza el freno de los estímulos. Powell, que hereda una economía que crece con solidez, tendrá que evitar sin embargo que se le desboque la inflación y que su respuesta eleve el riesgo de una recesión. También deberá lidiar con la tentación del Congreso por restarle independencia.

Fuente: El País