Con menos espacio entre los asientos y con salidas previsiblemente lejos de la hora punta, pero los viajeros tendrán el año que viene al AVE low cost rodando por España.  «El AVE es un servicio que trata de adaptarse a la demanda y será la demanda la que tenga que adaptarse a la futura oferta low cost«, ha señalado esta mañana el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en una reunión con medios de comunicación.

El tren de alta velocidad y bajo coste comenzará a rodar «meses antes» de la liberalización del transporte de pasajeros en ferrocarril, prevista para diciembre de 2020, y la operadora pública se ve con capacidad para poner los billetes hasta un 40% por debajo del actual precio medio en los servicios del AVE, que es de 52 euros por pasajero y viaje.

El operador baraja introducir el AVE barato en las líneas entre Madrid y Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga

Para evitar la canibalización de la actual oferta con este nuevo servicio, basado exclusivamente en precio, los usuarios tendrán que adaptarse a horarios menos atractivos que los del AVE o a trenes en los que se tratará de exprimir la capacidad, aunque dependerá de cómo evolucione la competencia. El objetivo es captar nuevos viajeros que hoy utilizan el automóvil en desplazamientos de larga distancia por una cuestión de precio. Con todo, la amenaza también es clara para las aerolíneas y el autobús. Desde este último sector ya se articularon denuncias ante la CNMC años atrás contra la política de rebajas tarifarias para llenar los trenes AVE.

Pese a que el modelo de explotación está aún por rematarse, el presidente del operador ha remarcado que la variable fundamental para el desarrollo del AVE low cost será la de los costes por encima de lo que hagan las esperadas empresas rivales: «Podemos llegar a operar un tren por un 40% menos en el precio de los billetes, pero eso exige mejorar la eficiencia en el mantenimiento, costes de personal o número de kilómetros de operación. Lo que no haremos es competir a pérdidas«, ha explicado Táboas. La operadora parte en la actualidad con un margen de ebitda del 12%, ratio que es ligeramente superior en el AVE y que debería escalar hasta el 17% en los servicios baratos.

La empresa dependiente del Ministerio de Fomento tiene planeada la irrupción del low cost en los cinco grandes corredores de alta velocidad activos: los que enlazan Madrid con Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia y Alicante. Pero se da por descontado que la gran batalla comercial se producirá en el corredor Madrid-Barcelona.

La futura entrada en operación de una segunda marca de Renfe para la alta velocidad es la primera del medio centenar de medidas que figuran en el plan estratégico 2019-2023, llamado a afrontar tanto la llegada de nuevos operadores a los servicios comerciales de tren como a un entorno de servicio y gestión marcado por la digitalización. Otro de las iniciativas importantes es la apuesta por la internacionalización, para lo que Renfe podría contar con el AVE low cost como uno de sus productos estrella.

Uno de cada diez euros de facturación vendrá del exterior

Renfe tiene un margen de ebitda del 12%, ratio que es ligeramente superior en el AVE y que debería escalar hasta el 17% en el servicio barato

Isaías Táboas también se ha referido esta mañana a la necesidad de ser «proactivo» en la salida al exterior para reducir el impacto en la cuenta de resultados que se producirá con la llegada de rivales en el mercado local. Renfe parte con unos ingresos cercanos a los 4.000 millones al cierre de 2018 y su objetivo es llegar a los 4.600 millones en 2023, en el escenario del plan estratégico, y avanzar hasta los 5.000 millones en 2028. El peso del negocio internacional apenas llega al 0,1% de la facturación, cuota que sube al 1% en el objetivo de 2023 y que se ha fijado en un 10% en 2028.

La actual dirección de Renfe prevé, de este modo, que la empresa obtendrá ingresos por unos 500 millones anuales en los mercados internacionales a la vuelta de diez años. Para ello se van a trazar alianzas y se plantearán candidatura tanto en alta velocidad como en obligaciones de servicio público (servicios regionales y de cercanías).

«El plan estratégico que vamos a activar debería haber sido preparado mucho tiempo atrás. Renfe ha puesto a su personal a detectar oportunidades internacionales en un trabajo que ya tendría que estar hecho. Aquí no había nada preparado«, ha lamentado Táboas. Por el momento, la española ha comenzado a operar la línea entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí, se ha convertido en asesor principal del proyecto de alta velocidad de Texas (EE UU), y compite en Reino Unido tras sumarse a un consorcio liderado por el operador hongkonés MTR.

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El gran pedido de trenes Cercanías será fragmentado en lotes

Las licitaciones para la compra de trenes entre enero y junio, con concursos por 3.000 millones de euros, van a dejar la parte más importante del pastel en manos de varios fabricantes.

Renfe tiene previsto para marzo un pedido de 211 unidades de gran capacidad destinadas a Cercanías y llamadas a renovar la flota principalmente en Madrid y Barcelona. El paquete está valorado, según ha anticipado esta mañana Isaías Táboas, en un rango de 1.600 a 1.700 millones de euros y el volumen del paquete aconseja la fragmentación del mismo.

Táboas ha reconocido que el modelo seguido por las aerolíneas, de concentrar sus compras en pocos modelos y prácticamente en un proveedor único, ofrecería sinergias en áreas como la formación de los maquinistas y el mantenimiento del material, pero añade que son las limitaciones en la cacacidad de producción las que obligan a hacer lotes. 

La decisión eleva las oportunidades de los fabricantes de colocarse en un pedido que llegará tras doce años sin que Renfe haya pedido trenes para renovar un parque ya envejecido.

Fuente: Cinco Días