PSA negocia con los sindicatos la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en sus plantas de España y Portugal, que suman unos 13.000 empleados en producción y que pararon su actividad la semana pasada por la Covid-19.

La compañía asegura que su prioridad es mantener el empleo y que con el ERTE se protege a los trabajadores «hasta que se reanude la normalidad en la actividad industrial y comercial» en la Península Ibérica. También recurrirá a fórmulas de flexibilidad laboral, como el teletrabajo o la modificación de calendarios.

Los expedientes se aplicarán en los centros de trabajo o actividades impactadas directamente por las dificultades de suministro de piezas o por las restricciones derivadas de la declaración del estado de alarma.

«De esta forma, Grupo PSA no destruirá empleo y estará preparado para el retorno a la actividad industrial y comercial tan pronto sea posible la reanudación de sus operaciones», explican fuentes de la empresa a Efe.

El grupo automovilístico francés anunció hace una semana el cierre progresivo de todas sus plantas de producción en Europa por la extensión del coronavirus. En España, tiene plantas en Zaragoza, Vigo y Madrid, que cuentan con unos 12.000 trabajadores.

Por otra parte, las marcas Peugeot, Citroën, DS Automobiles y Opel están trabajando con las redes comerciales para asegurar un dispositivo de atención mínima en posventa, con la reparación y mantenimiento de vehículos de primera necesidad, el cumplimiento de campañas de seguridad y la venta directa de piezas y accesorios a recambios a talleres de reparación.

El grupo ha puesto a disposición del Sistema Nacional de Salud todo el material sanitario disponible en sus plantas de España y Portugal y ha cedido un monitor multiparamétrico que muestra datos procedentes de electrocardiograma, medición de presión arterial no invasiva, nivel de saturación de oxígeno, respiración y temperatura corporal, entre otros equipos.

Fuente: Cinco Días