Prologis, el gigante estadounidense del inmobiliario especializado en naves logísticas e industriales, apuesta por seguir creciendo en España. Así lo explicó ayer Gustavo Cardozo, director general de Prologis en España: “Tenemos recursos ilimitados para invertir en España. No vamos a poner límites para realizar adquisiciones”.

La compañía, que cotiza en Nueva York y tiene una capitalización de 32.760 millones de dólares, está abierta a buscar oportunidades, comprando naves o carteras logísticas. “Creemos que va a haber posibilidades porque habrá fondos que roten activos”, apunta Cardozo.

Adicionalmente, la compañía desarrolla sus propios proyectos, unas promociones en las que el pasado año la empresa estadounidense invirtió 70 millones de euros y para 2018 prevé destinar una cifra similar.

Para Cardozo, España atrae las inversiones en logístico gracias a su alto crecimiento del PIB, las excelentes infraestructuras, la ubicación en la UE, la recuperación industrial en sectores como el textil y la automoción y al empuje del negocio online. “El 30% de nuestra actividad tiene que ver con el comercio electrónico”, destaca el responsable de Prologis.

Esta empresa, presente en España desde 1999, cuenta con 44 activos en el país, que suman 935.000 metros cuadrados, un 10% más que en 2016. El pasado año facturó 38 millones de euros, un 7% más. Los planes para los próximos meses pasan por seguir desarrollando parques logísticos y la búsqueda de suelo para nuevos proyectos, que se ubicarán en el entorno de Madrid, Barcelona y Valencia.

Actualmente, la inmobiliaria desarrolla un parque logístico en San Fernando de Henares (Madrid): otro en La Bisbal del Penedés (Barcelona), y una nave más en Ribarroja (Valencia), donde ya cuenta como cliente con Mercadona.

Cardozo opina que este mercado está muy atomizado y se verán operaciones corporativas y de compras en los próximos meses, impulsadas por los grandes actores. La socimi Merlin, por ejemplo, anunció la pasada semana que sus grandes inversiones para este año serán en logística.

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Fuente: Cinco Días