La agencia de calificación Moddy’s cree que la victoria del fondo Letterone en la junta de accionistas de Dia no despeja la incertidumbre para los bancos acreedores a los que la cadena de supermercados adeuda cerca de 1.000 millones de euros. La razón es que aún no ha cerrado un acuerdo con la banca, como sí había hecho el consejo, que vio el miércoles frustrados sus planes de rescate de la empresa. Por otro lado, los sindicatos han anunciado que la cadena ha reducido a 1.337 el número de personas afectadas por el ERE que va a poner en marcha por el cierre de las tiendas no rentables. En un principio Dia cifró en 2.064 los empleos que serían suprimidos en tiendas, almacenes y oficinas.

En una nota publicada hoy, Moody’s señala que la propuesta del consejo de administración, una ampliación de capital por 600 millones asegurada por Morgan Stanley para sacar a Dia de la situación de quiebra técnica en que se encuentra seguida de un plan de reflote basado en un surtido más corto y refuerzo de la marca blanca y el producto fresco, habría propiciado que hoy la situación estuviera «más despejada» para la empresa. Se basa la agencia en que el consejo ya había atado un acuerdo con los bancos acreedores para aplazar los vencimientos de deuda a 2023.

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En cambio, los planes del consejo fueron tumbados por los accionistas, que proporcionaron al magnate ruso Mijail Fridman, dueño del fondo Letterone, una clara victoria en una batalla crucial por el control de la cadena. Sin embargo, entiende Moody’s que esta victoria no deja el camino expedito, principalmente para los bancos.

La agencia pone de manifiesto que la ampliación de capital de 500 millones y el plan de reflote similar al del consejo que promete Letterone, que considera positivos, están condicionados a que triunfe la opa a 0,67 euros por acción que presentó por el 71% de acciones que no controla -no lo tendrá fácil, a tenor de lo escuchado en la junta- y a lograr un acuerdo con los acreedores que, a día de hoy, aún no tiene. Subraya Moody’s que el consejo sí que lo tenía. «Aunque la exitosa ejecución de ese plan sería positiva, está sujeto a varias condiciones que crean incertidumbre para los acreedores de Dia», señala el informe. «En esta tesitura, una gran parte de la deuda bancaria de Dia, que alcanzaba 928 millones de euros a finales de 2018, debe ser pagada el 31 de mayo», afirma.

Después, señala que Fridman está intentando alcanzar dicho acuerdo, pero que exige a los bancos, además de los aplazamientos, rebajas de los intereses y no tener que destinar a deuda la venta de Clarel y los mayoristas Max Descuento. ESta es la principal diferencia entre Letterone y los bancos, que exigen que la empresa amortice deuda con esas ventas. Cree Moody’s que, en este momento y con esas condiciones, el resultado de las negociaciones es «incierto».

Reducción del ERE

Mientras, los sindicatos UGT y Fetico han informado de que la empresa ha aceptado reducir de nuevo el ERE que anunció tras presentar en febrero unas pérdidas de 352 millones de euros en 2018. En ese momento, Dia reveló que tenía intención de cerrar 600 tiendas en España, 300 de ellas este mismo año, y cifró en 2.064 los despidos, entre personal de tienda, almacenes y oficinas. Después de varias reuniones en las que se ha recortado el número de afectados, la de ayer se saldó con nuevos puestos salvados, con lo que el número de trabajadores afectados está hoy en 1.337, un 35% por debajo de lo anunciado en un primer momento.

Fetico y UGT esperan «minimizar» aún más esa cifra cuando se conozca el resultado de la venta de un paquete de unas 300 tiendas que Dia encargó a la consultora PWC con la intención de que los compradores subroguen los empleos de esos locales. Según Comisiones Obreras, una treintena de empresas se habrían mostrado interesadas, informa Europa Press.

Según un comunicado de UGT, en el acuerdo de ayer se redujo el número de despidos en almacenes (de los 155 de la primera propuesta, ahora son 55) y los almacenes de Getafe y Mejorada del Campo (Madrid), El Puerto de Santa María (Cádiz), Santiago de Compostela (Pontevedra) y Miranda de Ebro (Burgos) dejan de estar afectados por el ERE. También se redujo el número de despidos en oficinas y los sindicatos insistieron a la empresa en que se asegure de que los eventuales compradores de las tiendas a la venta subroguen a sus trabajadores.

Fuente: El País