La cascada de suspensiones temporales de empleo sigue produciéndose en las cadenas hoteleras. La primera en anunciar un ajuste fue NH, que el martes anunciaba un ajuste que afectaba al 90% de la plantilla. Solo 24 horas después, Riu anunciaba un ERTE para los 5.500 empleados de España, extensivo a los 30.000 trabajadores en todo el mundo y finalmente Meliá también presentó el miércoles otro ERTE para los empleados de sus hoteles y oficinas en España.

En total, el expediente afectará a cerca de 8.400 trabajadores, de los que 1.050 personas están empleados en las oficinas corporativas y 7.332 en los hoteles ahora cerrados. La hotelera precisa que la regulación será del 100% del sueldo y la jornada para el 90% de los afectados, «al no poder desarrollarse las funciones en las actuales circunstancias», mientras que solo el 10% restante (consejo de administración, directores generales, directores de operaciones y directores de hoteles) contará con una reducción de jornada y salario del 50%. «Esta medida afecta a aquellos trabajadores cuyas funciones continúan siendo necesarias para mantener la continuidad de la empresa en el marco del plan de contingencia», recalca en un comunicado. Asimismo, la compañía ha precisado que complementará la prestación por desempleo percibida por el trabajador hasta el 50% de su salario bruto, «con el objetivo de mantener la equidad y velar por sus trabajadores»

Complementará la prestación por desempleo para que llegue al 50% del salario bruto

La compañía destaca que desde el inicio de la emergencia ha implementado un plan de contingencia, con medidas operativas, financieras y laborales, «que trataban de preservar al máximo el mantenimiento del empleo, del talento de la empresa y la protección de los trabajadores». Pese a ello, Meliá destaca que la industria turística es una de las más directamente afectadas por la presente crisis del coronavirus, «al combinarse la ralentización económica general con medidas como el cierre de fronteras y conexiones aéreas, restricciones a la circulación y reunión de personas, y finalmente, el confinamiento«. Así apunta que la expansión del virus «ha provocado una caída drástica y progresiva del negocio, hasta culminar con el cierre de todos los hoteles, que según establece el decreto del Gobierno de 19 de marzo, será obligatorio a partir del próximo 26 de marzo, enfrentándose el sector a un escenario de durísimas condiciones de mercado que podría mantenerse durante unos meses».

La hotelera, que cuenta con 350 inmuebles en todo el mundo, confirma que seguirá trabajando en los ajustes y soluciones laborales a implementar en los diversos países en que el Grupo tiene presencia, y confía en contar con el talento y compromiso de sus empleados «una vez que la presente crisis, la más profunda de su historia, pueda ser superada». Cuando el Ejecutivo dictó el pasado 19 de marzo la orden ministerial que decretaba el cierre de todos los hoteles en España en los siguientes siete días, los cálculos realizados por Cinco Días la situaban como la más perjudicada. La comparación entre las cinco grandes cadenas hoteleras (Meliá, NH, Iberostar, Barceló y RIU) mostraba que tendría que proceder a la clausura de 140 hoteles, un 40% de los 350 que tiene en todo el mundo. En segundo lugar aparecía NH, con 99 hoteles, un 27% de sus 370 inmuebles.

Fuente: Cinco Días