Los salarios empiezan a subir, pero no al ritmo que está creciendo la economía. A finales de 2017 crecieron una media del 0,5% en el último año, hasta elevar el sueldo medio a 2.020,14 euros. Algo más sube el total de costes laborales cuando se añaden las cotizaciones sociales o retribuciones no monetarias, un 0,7%, que llevan el desembolso medio hasta los 2.668,84 euros al mes, según la encuesta trimestral de coste laboral del cuarto trimestre del año pasado divulgada por el INE.

El incremento bruto del 0,5% el cuarto trimestre en los salarios coincide con las subidas que se producen cuando se observa la subida depurada de los efectos propios del calendario (más o menos días trabajados) y del impacto de la estacionalidad (campañas agrícolas, temporada baja de turismo).

Un elemento a tener en cuenta en esta estadística y que, probablemente, atenúa el resultado es la alta creación de empleo, en 2017 hubo casi medio millón de nuevos empleos. Mucho de ese empleo es precario, lo que también conlleva peores salarios. Además, como norma general, cuando empieza a trabajar en una nueva empresa (excepto los fichajes) no es el momento en que más se cobra. Esos nuevos empleos con sueldos más bajos también entran en la estadística y tiran hacia abajo de la media, por lo que el incremento es más bajo de lo que sería si solo se tomara la evolución de los empleos existentes previamente.

En favor de esta tesis, acude la evolución de los costes laborales en la hostelería, que bajaron en un 1,8% y quedó en 1.609,74 euros. La rama de hostelería y restauración es una de las que más empleo ha creado en los últimos años.

Cuando se desglosan todos los costes laborales, se observa que el mayor aumento se produce en los llamados otros costes, especialmente en las cotizaciones sociales, que crecieron un 1,2%, hasta llegar a una cifra media de 596,04 euros al mes. El mismo aumento se dio en las retribuciones no monetarias (70,08 euros).

Fuente: El País