La biofarmacéutica belga UCB lleva 44 años en España. Dedicada en sus orígenes a la atención primaria, hoy se centra en especialidades muy concretas: inmunología y neurología. Su director general desde 2010, Jesús Sobrino (Madrid, 1963), anuncia la creación de una nueva unidad de negocios: osteoporosis, con el lanzamiento de un nuevo fármaco, Evenity (pendiente de aprobación por la Agencia Europea del Medicamento, EMA). La multinacional, sin fábrica en España, con una facturación de 190 millones de euros y 150 empleados, está abierta a alianzas en estas áreas. Sobrino, también presente en la junta directiva de la patronal Farmaindustria, repasa los proyectos de investigación en marcha y los retos del sistema sanitario.
¿Cómo ha cambiado el negocio farmacéutico en estos 44 años?
De una compañía dedicada a la atención primaria, nos hemos transformado en una biofarmacéutica con el foco puesto en especialidades: neurología (párkinson o epilepsia), e inmunología (artritis reumatoide, espondiloartritis y artritis psoriásica). Ahora empezamos la creación de una nueva unidad de negocio centrada en los huesos, para pacientes con osteoporosis. Y una relevante evolución del sector, del que forma parte UCB, es su gran apuesta por la innovación. La industria farmacéutica debe seguir aportando soluciones a los pacientes a través de fármacos innovadores que aporten un valor diferencial: que mejoren su calidad de vida, porque es más efectivo y aporta menos efectos adversos comparados con los anteriores.
¿Qué novedades se esperan en huesos?
En noviembre presentamos a la EMA la solicitud de aprobación de Evenity (romosozumab) para pacientes con osteoporosis que hayan sufrido una primera fractura. Su aportación es la creación de hueso y evita la reabsorción, lo que genera una densidad ósea mayor, y en los estudios clínicos demostraron una reducción importantísima del número de fracturas versus placebo. Pensamos que en 2019 estará en Europa y para el último cuarto de este año o principios del 2020, en España.
Uno de sus fármacos más populares es Zyrtec, ¿se puede avanzar más en alergia o ya no es una línea prioritaria?
Lo es, pero no desde el punto de vista de I+D, porque los recursos [invierte el 25% de sus ventas globales, 4.182 millones en 2017, en investigación] van a las áreas comentadas. Ahora queremos acercar más estos medicamentos, Zyrtec o Xazal, a los pacientes a través de una estrategia OTC [over the counter o sin receta], y como la alergia es algo más banal, queremos que se dispense libremente en farmacias. Comenzamos en Portugal con Zyrtec.
¿Qué avances ha habido en párkinson?
El fármaco Neupro (rotigotina) es tanto para esta enfermedad en estadio inicial y avanzado como para piernas inquietas. Aunque lleva años en el mercado, trabajamos de forma muy activa para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Tenemos algún compuesto pero en una fase muy inicial y todavía sin resultados. Pero no hay cura aún.
La tendencia es al pago por resultado: si el fármaco funciona, la Administración paga, y si fracasa, lo asume el laboratorio
¿Y en epilepsia?
Recientemente hemos lanzado un fármaco, Briviact, que lleva un año en España, con unos resultados francamente muy buenos. La investigación de este fármaco sigue porque hemos lanzado únicamente una indicación. Acabamos de obtener también la autorización pediátrica de otro fármaco antiepiléptico, Vimpat (lacosamida).Y acabamos de concluir los resultados de la fase 2B, y estamos a punto de empezar la fase 3B, del que esperamos que sea un fármaco antiepiléptico, padsevonil. Todavía hay un 30% de pacientes que no responde a los fármacos antiepilépticos, hay mucho paciente refractario, es decir, aquel que ha probado cuatro o cinco fármacos y no responde al tratamiento, y son pacientes que siguen teniendo un número importante de crisis diarias o semanales. Los estudios de la fase 2B de padsevonil nos ha demostrado una reducción importantísima en el número de crisis de estos pacientes. Son resultados muy esperanzadores.
¿En qué otros proyectos trabajan?
En inflamación tenemos Cimzia (certolizumab pegol), que se convierte en el único fármaco anti-TNF [que inhibe la necrosis tumoral] después de que el regulador aprobara la modificación de su ficha técnica. Los facultativos podrán recomendarlo para mujeres embrazadas o que lo están planificando. Los estudios clínicos han demostrado que el medicamento no llega al bebé ni a través de la placenta ni de la leche materna, y esto es muy importante porque el 80% de los casos de artritis sucede en mujeres. Y en inmunología, acabamos de concluir la fase 3 de desarrollo clínico de bimekizumab, y esperamos que esté en el mercado en 2020, con unos resultados positivos en tres áreas concretas: espondilitis anquilosante (con un 40% de mejora frente a un 13% de placebo), artritis psoriásica (muy buenos en articulaciones y en piel, con un 50% de mejoras frente al 7% de placebo) y en piel (un 90% de mejora frente al 7% de placebo).
¿Cuáles son sus fármacos superventas?
Cimzia, en inmunología, y Vimpat, Briviact, Keppra y Neupro, en neurología.
Por qué la empresa cerró la única fábrica que tenía en España
Como todas las multinacionales, intentamos agruparnos en centros de excelencias. Tenemos 10 centros de investigación en el mundo, de los cuales tres ( en Bélgica, Inglaterra y Suiza) son muy punteros en cuanto a tecnología. La razón no es únicamente un tema España, sino de que hemos consolidado y concentrado todos los esfuerzos de I+D en unos centros estratégicos mundiales para aprovechar sinergias.
¿Contempla algún plan de expansión?
No se sabe. El compromiso de UCB es seguir destinando los recursos a estas tres especialidades porque son áreas de crecimiento. UCB, lógicamente, está abierta a cualquier opción que pueda surgir, sobre todo en estas tres líneas de negocio. Por ejemplo, en la de huesos trabajamos conjuntamente con la multinacional Amgen.
Siempre se ha criticado al sector por su opacidad, ¿se ha avanzado en transparencia?
No creo que la industria farmacéutica sea opaca, hoy por hoy es el sector más transparente del tejido industrial. Tenemos un código deontológico por el que nos autorregulamos, vigente desde 2002, y en estos últimos dos años hemos dado otro paso para transparentar todos los recursos y las relaciones que tenemos con los profesionales sanitarios. Esta inversión es visible en nuestras páginas webs. Tengo que decir, y lo digo con orgullo como representante de Farmaindustria, que estas relaciones son para colaborar en su formación y desarrollo, lo que implica que tengamos profesionales sanitarios mejor formados. Y lo hacemos, quizás, porque la Administración no tiene los recursos suficientes para hacerlo.
¿Qué fórmulas de financiación ha negociado con la Administración?
Hemos evolucionado hacia un modelo de trabajo conjunto entre financiadores, médicos, pacientes o reguladores, porque los recursos son muy limitados y oncología, hepatitis o sida suponen una carga para el sistema. Hemos sido pioneros en alcanzar acuerdos de riesgo compartido o por resultados en inmunología. Es decir, si el fármaco responde para un determinado perfil de pacientes, la Administración paga, pero si fracasa, el laboratorio se hace cargo del coste. La tendencia es al pago por resultado. Exploramos también delimitar en qué subpoblación de pacientes está más indicado el medicamento para que seamos más exitosos en su administración y el Gobierno delimite su coste.
¿Qué otros retos quedan por delante?
Nos gustaría tener un mejor acceso a los fármacos innovadores; sigue habiendo muchas trabas administrativas en las comunidades autónomas y, según donde naces, llega antes o después. No es un tema de costes, pese a los recursos limitados, sino de dificultad administrativa. Y un marco regulatorio y financiero estable por parte de la Administración, que no nos sorprenda con medidas que impliquen reducciones de precio.
«Somos una compañía comprometida con el paciente»
«En UCB estamos muy competidos con el paciente. Trabajamos directamente para mejorar su calidad de vida a través de iniciativas y programas de acercamiento. Como consecuencia de ello, el informe Pacient view, de un organismo independiente, nos ha situado como una de las 10 compañías del mundo con mejor reputación por los pacientes. Son encuestas que se han hecho a unos 1.100 grupos de enfermos en todo el mundo, y es señal de que estamos haciendo un buen trabajo. Otro dato importante que se ha publicado en otro informe independiente, Coprorate night, es que UCB fue en 2017 la farmacéutica número 1 en sostenibilidad (cuidado humano y medioambiental), la 4 en el mundo y la primera del sector farmacéutico».
Fuente: Cinco Días