En los últimos años ir por la calle o por una playa canaria y tropezarse con el rodaje de una película empieza a ser algo casi normal. La variedad de paisajes de las islas y las facilidades de tributación están funcionando.

Pero desde hace ya un tiempo se quiere dar un paso más y atraer a las islas a productoras de películas de animación. Las razones son poderosas: “A diferencia del cine convencional, la animación genera empleo estable. Es un sector muy intensivo en puestos de trabajo y la deslocalización de producciones de otros países no es tan difícil. Todo ello apoyado en los incentivos fiscales” argumenta Cosme García Falcón, el gerente de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC).

Estos incentivos son, por otra parte, los mismos que para el cine en general: deducciones por inversión en torno al 40% a partir de determinadas cantidades y un Impuesto de Sociedades reducido del 4% para las empresas que se instalen en la Zona Especial Canaria (ZEC). Así, La animación emplea hoy en Gran Canaria a 100 personas, el objetivo de la SPEGC es alcanzar los 250 empleos estables en 2019. 

Argumentos más que suficientes para Miguel Aldasoro, director de Ventas y Coproducciones de Ánima Kitchent, una de las grandes productoras que, tras instalarse en Canarias hace dos años, dice que el balance “no puede ser mejor”. Como productora española independiente les costaba conseguir financiación y buscaban apoyo fiscal. “Nos dimos una vuelta por el mundo buscando otras opciones, pero por unas razones u otras no nos compensaban. Fue cuando decidimos venir porque Gran Canaria tenía todas las ventajas: sigue siendo España, con el mismo idioma, con solo una hora de diferencia horaria, tiene buena conexión a internet y al ser parte de la UE, con todas las garantías de poder hacer un buen trabajo aquí”. Tanto, que la segunda temporada de su serie de animación Cleo & Cuquin la producen desde las islas, donde tienen pensado quedarse todo el tiempo que puedan.

La suya es sólo una de 10 productoras de animación y postproducción que hay instaladas en Canarias, según la Consejería de Cultura. Y las peticiones para instalarse en la ZEC aumentan cada año. En 2016 lo pidieron cuatro empresas de animación y postproducción. En 2017 fueron seis y en lo que va de 2018 ya van otras seis peticiones. Pero no es solo una cuestión de una fiscalidad ventajosa que facilita la financiación.

Las islas quieren también un trozo del pastel de la animación

Damián Perea, pionero de la animación canaria e impulsor del festival Animayo lo tiene claro: “Es una industria deslocalizada, puedes estar trabajando desde aquí para un gran estudio o creando el tuyo. Un sitio donde cualquier animador o técnico querría trabajar aunque ganara la mitad. Te dices, bueno, tengo la nieve hasta la cintura en Londres o vivo en Canarias que hace un día increíble y son las 7 de la tarde y tengo sol. Es calidad de vida. Y además la conectividad aérea cada vez es mayor.” El gerente de la SPEGC añade “muchas empresas dependen de talento extranjero y es más fácil traerlos aquí que a la península.”

Festival
Damián Perea lleva 13 años organizando un festival de animación que no solo ha servido para dar a conocer las islas a las grandes productoras, sino también para dar formación. “Animayo fue el primer festival que dedicaba un 80 por ciento a esto, clases magistrales, talleres, etc. En 13 ediciones ya hay una generación que ha estudiado. Este año hemos dado 80.000 euros en becas. Y con esto se desarrolla la industria”. El festival también ha contado este año con cinco empresas que buscaban fichar talentos canarios con distintos perfiles. Cada una entrevistó a 30 candidatos, una muestra del interés. 

Las deducciones por inversión ascienden al 40% a partir de determinadas cantidades y un Impuesto de Sociedades reducido del 4% para las empresas que se instalen en la ZEC

Todos los entrevistados coinciden en que la formación es importante para convertir las islas en un centro del cine de animación. En este objetivo también ayudan eventos como el Cartoon Business, un seminario celebrado esta semana por primera vez en Gran Canaria con 120 participantes de 23 países, entre ellos representantes de Youtube o la BBC.

Este ha supuesto un escaparate para dar a conocer las ventajas de instalarse en las Islas Canarias y ayudar a las empresas interesadas a incorporar nuevas fuentes de ingresos y nuevos modelos de negocio.

Un paso más para ir tejiendo la red de la animación. “Hay que crear un ecosistema, no puede ser un crecimiento brusco. Tengo mucha fe en ello” sentencia Damián Perea.

Fuente: Cinco Días