Cuando Mark Zuckerberg se preocupa, los inversores deberían escuchar. El fundador de Facebook lleva meses avisando de que los ingresos publicitarios iban a disminuir. Ahora, los ajustes diseñados para hacer que la red social sea menos conflictiva están reduciendo su tiempo de uso. Facebook rara vez ha decepcionado a los inversores; este podría ser el año.
La red ha tenido una carrera notable desde que salió a Bolsa en 2012: ha superado los 540.000 millones de dólares. Los resultados anunciados el miércoles muestran que la fiesta continúa. Los ingresos del cuarto trimestre aumentaron un 47%, hasta 13.000 millones, mientras que las ganancias aumentaron un saludable 20%, incluso con el recorte fiscal del Tío Sam. Facebook ha superado las estimaciones de ganancias anuales de los analistas todos los años desde su OPV.
Sin embargo, varios problemas apuntan a un día del juicio final. La habitualmente alegre declaración de Zuckerberg que acompaña a los resultados lo fue menos en esta ocasión. Los cambios en el algoritmo de noticias de Facebook han hecho que el tiempo pasado en la red disminuyera 50 millones de horas al día.
Los ajustes son indudablemente necesarios. La idea es abordar el papel de Facebook en la publicación de anuncios falsos que pudieron influir en las elecciones presidenciales de EEUU de 2016. Además, la firma ha ayudado sin querer a afianzar divisiones partidarias, a través de las “burbujas filtro”: los usuarios son bombardeados con anuncios y publicaciones que refuerzan sus puntos de vista.
Pero los cambios también son desagradables. Zuckerberg prometió recientemente contenidos “buenos para el bienestar de los usuarios y para la sociedad”. Suena a que ofrece una ración de brócoli al vapor a un grupo hambriento de chocolate.
Facebook ha bajado a la tierra en más de un sentido. Hace tres años, cotizaba a unas 40 veces las ganancias del año siguiente, el doble del múltiplo de su rival más maduro, Google. Ahora, han convergido a unas 28 veces. Puede que Zuckerberg esté ayudando a que Facebook sea más útil para la sociedad, pero los cambios que conlleva pueden hacer lo contrario para los inversores.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.
Fuente: Cinco Días