Las grandes empresas familiares se unen al optimismo económico del Ejecutivo. Los socios del Instituto de la Empresa Familiar, que aúna a cien de las compañías más importantes del país que aglutinan el 17% del PIB, afrontan el futuro con un optimismo sin precedentes. En una encuesta realizada durante la celebración de la Asamblea Anual de Socios, celebrada esta mañana en Barcelona, las empresas puntuaron con 6,39 puntos (de 0 a 10 puntos) la actual situación económica, lo que supone la nota más alta desde que se empezó a realizar esta encuesta desde 2013. De hecho, nunca había superado los 6 puntos, quedándose por debajo de esa barrera en 2015, 2016 y 2017.

Las firmas, entre las que se encuentran Mercadona, Planeta, Barceló, RIU, Catalana Occidente o Puig, auguran un repunte de la actividad y del empleo. En concreto, el 85% de los empresarios estima que el escenario más posible será del de un moderado aumento de la actividad con una limitada creación neta de empleo. Ese porcentaje representa también la cifra más alta de la serie histórica y cinco puntos más que el registro de 2017.

Francisco Riberas, presidente de Gestamp, ratificado como nuevo presidente del IEF

El optimismo empresarial no se limita a este año, sino que se prolonga hasta 2020, pese al gran número de incertidumbres que subsisten en el ámbito nacional e internacional. De hecho, el 67% de los encuestados prevé elevar sus ventas este año, mientras que ese porcentaje se eleva al 80% entre aquellos empresarios que auguran un incremento de la facturación para los próximos tres ejercicios. En el otro lado, solo el 3% de las firmas augura que venderá menos este año y ninguna estima que venderá menos en los próximos tres ejercicios.

La recuperación del consumo de los hogares y de la inversión empresarial ha provocado un repunte de la demanda interna y las empresas familiares apuntan que seguirán apostando por invertir en el mercado nacional. Dos de cada tres empresas prevén que elevarán el gasto durante este ejercicio y en los próximos tres años.

Riberas señala a la internacionalización como la única vía para crecer en un mercado global

En su primer discurso como presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Francisco Riberas, presidente de Gestamp, que sustituye en el cargo a Ignacio Osborne, se marcó como objetivos lograr un marco legal que reconozca las peculiaridades de la empresa familiar y poner en valor la importancia de este tejido empresarial. “El ejemplo de las historias de éxito de todas nuestras empresas asociadas debe servir para erradicar la imagen que gran parte de la sociedad tiene de que las empresas son, o bien multinacionales sin arraigo ni escrúpulos, o fruto de la cultura del pelotazo”, remarcó.

Esta reunión anual, que tradicionalmente se celebra en Madrid, se trasladó este año a Barcelona. La elección del lugar no ha sido casual. Barcelona fue la ciudad donde se fundó este lobby empresarial hace 26 años y en el que crecieron cerca de la mitad de las compañías de este lobby empresarial, entre las que destacan Planeta, Puig, Godó o Catalana Occidente, entre otras. La celebración del encuentro además coincide con la convocatoria extraordinaria de un Consejo de Ministros para evitar la investidura “telemática” de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat de Cataluña. Pese a ello, Riberas no hizo ninguna mención expresa en su discurso al conflicto de Cataluña. Su crítica, de hecho, iba en otra dirección. «Se ha generado un clima propicio para que la demagogia y los nuevos populismos culpen a las empresas de todos sus problemas, y esto, en el contexto político actual, es peligroso», señañó visit

El presidente del IEF planteó la internacionalización como una vía, “a veces la única”, para crecer en un mercado cada día más global, aunque estableció dos requisitos imprescindibles para poder progresar por ese camino. “Unos productos y servicios muy diferenciados y altamente competitivos, de manera que puedan triunfar en unos mercados internacionales donde no se regala nada, y una fuerte determinación por perseverar. La aventura de la internacionalización supone una gran transformación para la mayoría de las empresas y da fruto a largo plazo, ya que el principio supone siempre un gran esfuerzo y un coste económico considerable”, aseguró.

Fuente: Cinco Días