Cristóbal Montoro ha intervenido el Ayuntamiento de Madrid por incumplir la ley de Estabilidad Presupuestaria. Es incoherente ya que Manuela Carmena ha conseguido en dos años revertir la quiebra del ayuntamiento que heredó tras veinte años de gobiernos del PP. La desviación de gasto es de 230 millones pero el ayuntamiento dispone de un superávit de 1.000 millones y ha reducido la deuda en 2.000 millones en dos años. La Federación de Municipios, con el apoyo de los alcaldes del PP, lleva años pidiendo una modificación de la regla. Por lo tanto, el problema no es el Ayuntamiento de Madrid, el problema es Cristóbal Montoro y el diseño de la regla de gasto.

La razón de ser de una regla de gasto es la de permitir generar superávit en las épocas de bonanza para no tener que aplicar duros recortes en las épocas de crisis. Todo lo contrario que hicieron Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella en Madrid. Por eso la deuda fue insostenible y la administración central tuvo que evitar el impago de la deuda. Pero debe permitir que la ciudad compita en la era de la tecnología global.

La regla Montoro limita el crecimiento del gasto al 2%, que es prácticamente la inflación. Por lo tanto, Montoro padece lo que los economistas denominamos ilusión monetaria. Con ese crecimiento del gasto el ayuntamiento se ve obligado a mantener los mismos policías, las mismas personas que se encargan de la limpieza, del alumbrado, etcétera.

Los ayuntamientos gestionan el ciclo urbano del agua y con esa regla hasta 2025 no conseguirían igualar la inversión realizada en 2011. Por lo tanto, la regla según está diseñada impide cumplir la agenda 2030 de Naciones Unidas. Rajoy ha reconocido que fue un error hacer caso a su primo y negar el cambio climático, pero con su regla pone palos en las ruedas, como hace Donald Trump, para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Carmena ha conseguido aprobar la ampliación del Paseo de la Castellana, la mayor operación inmobiliaria de Europa, algo que el PP fue incapaz en 20 años. La operación aumenta el transporte público en la zona más congestionada de la ciudad, más accesibilidad y ofrecerá millones de metros disponibles para que empresas europeas elijan Madrid para desarrollar negocios y crear empleo. Madrid tiene excelente conectividad con América y Europa gracias a su aeropuerto, elevado nivel de capital humano, excelente clima y calidad de vida. Si se mantiene la regla, el proyecto fracasará.

El problema es que si Montoro permite a los ayuntamientos gastar su excedente España volvería a incumplir el objetivo de déficit, algo que ha sucedido sistemáticamente desde 2012, y España con el mayor déficit de la UE sería sancionada por Bruselas. El Gobierno aprobó el presupuesto de 2017 el pasado mes de junio y los ingresos reales serán unos 5.000 millones menos de los previstos. O sea: Montoro tendrá una desviación 25 veces mayor que Manuela Carmena y el secretario de Estado de Hacienda dejó Jaén arruinada cuando fue alcalde. ¿Quién rescata a Montoro?

Fuente: El País