Irlanda da el primer paso. Philip Lane, el brillante gobernador de su banco central, disputará a España la carrera por la vicepresidencia del BCE. Paschal Donohoe, ministro de Finanzas irlandés, ha anunciado este martes que Lane pugnará por sustituir al portugués Vítor Constâncio. En Bruselas se da como favorito al ministro español Luis de Guindos, que aún no ha oficializado su candidatura.

Guindos lleva años asistiendo al Eurogrupo, lo que le da cierta ventaja. Pero su nombramiento presenta algún que otro inconveniente. El principal es que los ministros no son bienvenidos en el BCE, que se agarra a su sacrosanta independencia, blindada en los tratados. A diferencia de Lane, Guindos, además, no tiene credenciales académicas en las procelosas aguas de la política monetaria. Y representa a una de las cuatro grandes economías del euro, algo que puede lastrar sus opciones en favor de un representante de una economía más pequeña si Francia o Alemania deciden ir a por la presidencia cuando se jubile Mario Draghi, en 2019.

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Lane procede del prestigioso Trinity College, es doctor por Harvard, enseñó en Columbia e incluso trabajó en la Reserva Federal y en el FMI. Es gobernador desde noviembre de 2015. Su currículo académico incluye influyentes trabajos relacionados con la banca, la política monetaria y la reforma de la gobernanza del euro. Ha trabajado como consultor para el BCE y el Banco Mundial, y en su día presidió el comité científico del Consejo Europeo de Riesgo Sistémico: el ministro Donohoe lo definió como “una persona excepcionalmente cualificada”, algo en lo que coinciden las fuentes consultadas por este diario.

Guindos lleva meses afilando su candidatura. Cuenta con el aval de Berlín y el apoyo del jefe del Eurogrupo, el portugués Mário Centeno. Sabedor de que su currículo no despierta simpatías en la cúpula del BCE, su entorno destaca que la decisión sobre la vicepresidencia la tomarán los ministros y, en caso de disputa, los jefes de Estado y de Gobierno; el BCE es solo un órgano consultivo, al igual que la Eurocámara, que presiona para que haya mujeres entre las candidatas. Tras ser número dos de Rodrigo Rato en el Gobierno Aznar, Guindos presidió la filial española de Lehman Brothers hasta su quiebra. Dio clases en el prestigioso Instituto de Empresa, posteriormente se incorporó a PriceWaterhouseCoopers y fue consejero del nacionalizado BMN antes de volver al Gobierno, esta vez como ministro de Rajoy para capear la versión española de la crisis del euro. En 2015 protagonizó un sonoro fiasco en su intento de presidir el Eurogrupo; hoy da por hecho que el próximo cargo en el BCE “será para España”. “No tengan ninguna duda”, repite desde hace meses.

Fuente: El País