Inditex ha desvelado este miércoles al anunciar sus resultados de 2018 que la nueva normativa sobre alquileres le supondrá reconocer un pasivo de 6.500 a 6.900 millones de euros en su balance. Cumple así con las previsiones que apuntaban a que sería una de las empresas más afectadas por la nueva norma contable. Con ello, el total de deuda o pasivo por alquileres que se apuntarán las empresas del Ibex con la nueva norma contable subirá a unos 42.000 millones de euros, según las estimaciones preliminares que han publicado las empresas y ha que ha recopilado CincoDías.

Inditex será, junto al Santander, la segunda empresa del Ibex más afectada en términos absolutos, solo por detrás de Telefónica. «De acuerdo con las estimaciones iniciales, [la nueva norma contable] resultará en un incremento de entre el 2% y el 4% en el beneficio neto de 2019 (…) y un pasivo por arrendamientos de entre 6.500 y 6.900 millones de euros», ha explicado la compañía que preside Pablo Isla.

La nueva norma contable requiere que los contratos de arrendamiento comprometidos figuren en el balance como activos y pasivos. Los gastos fijos de alquiler se ven reemplazados por amortización y gastos financieros, mientras que los gastos variables se mantienen en la cuenta de resultados. Inditex ha dejado caro que la nueva norma no tendrá ningún impacto ni sobre el flujo de caja ni sobre el negocio, pero sí que generará cambios en la presentación de las cuentas financieras.

El incremento de pasivo entre 6.500 y 6.900 millones de euros equivale casi exactamente a la posición de caja neta que tiene Inditex en su balance a cierre de ejercicio, que asciende a un récord de 6.705 millones de euros. Por tanto, aun considerand deuda todos esos pagos pendientes por alquileres, Inditex seguiría prácticamente libre de deuda.

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En términos absolutos, el mayor impacto de la nueva normativa entre las empresas del Ibex le corresponde a Telefónica, que reconoce una cifra de pasivo adicional de entre 7.400 y 8.100 millones, un 18% más que el montante de 2018. La teleco tiene un número muy elevado de acuerdos como arrendatario de diversos activos, principalmente torres, circuitos, inmuebles para oficinas, tiendas y terrenos donde se ubican torres propias, según recoge en sus cuentas. Como la nueva contabilidad mejora el Ebitda (lo que antes era gasto por alquileres ahora pasa a ser amortización), el incremento de la ratio de endeudamiento será de solo 0,2 veces, según explicó al presentar los resultados.

Santander sufre la magnitud más elevada entre los bancos, estimada en unos 6.700 millones, y ha calculado un impacto sobre la ratio de capital ordinario (CET 1) de 20 puntos básicos. La entidad presidida por Ana Botín, además de vender sucursales agrupadas en la socimi Uro, también se desprendió de su sede central en Boadilla (Madrid), en un contrato de 40 años. El impacto de la norma para el banco se sitúa justo en el punto medio de la banda de estimaciones que ha publicado Inditex, así que no está claro cuál de los dos ocupará finalmente el segundo y el tercer lugar por impacto absoluto.

También destaca el caso de IAG, que sería la cuarta más afectada en términos absolutos, con un impacto de 5.130 millones, lo que supone un 61,4% adicional en deuda, debido a los alquileres de aeronaves, inmuebles y otros equipos, según la empresa. Naturgy, por su parte, reconoce 1.643 millones de pasivo complementario por arrendamientos de buques, vehículos, terrenos de uso energético donde se ubican centrales de generación, principalmente parques eólicos y fotovoltaicos, además de oficinas. Repsol también reconoce 1.367 millones de impacto, un 39,75% más. ACS, por su parte, suma 1.003 millones, frente a una caja positiva de tres millones del pasado año. En términos porcentuales, la compañía más afectada es Meliá, concretamente con un 209%, debido a que como explica la propia compañía su cartera incluye 100 hoteles en régimen de alquiler, principalmente en ciudades europeas (ver gráfico).

Fuente: Cinco Días