La multinacional de hemoderivados Grifols y la compañía china especializada en la producción de medicamentos plasmáticos Boya Bio-Pharmaceutical han alcanzado un acuerdo para abrir centros de donación de plasma en China, en los que invertirán inicialmente 50 millones de euros.

Según ha informado hoy la compañía, se ha suscrito un «acuerdo marco de accionista» para la construcción y gestión de un «número significativos de centros de donación de plasma en la República Popular de China». Los centros serán construidos y gestionados cumpliendo con los criterios que establecen las autoridades sanitarias de Estados Unidos, Europa y de China, entre otros.

También se incluye un acuerdo específico para la colaboración y prestación de servicios de ingeniería por parte de Grifols, que aportará su experiencia y saber hacer o «know-how» para que la construcción y gestión de los centros tengan los mismos estándares de calidad que aplica en los centros que gestiona.

El acuerdo de Grifols supone una pica en Flandes para entrar en el difícil mercado chino. La empresa catalana accede así a la obtención de la materia prima, el plasma, con el que se producen sus medicamentos hemoderivados. Estamos hablando de un país de más de 1.300 millones de habitantes.

 El plasma que obtenga en china junto a su socio local deberá quedarse en el país, porque la normativa del país no permite la exportación del plasma. Actualmente Grifols obtiene la sangre en EE UU (donaciones remuneradas) para sus productos que luego fabrica en EE UU y Barcelona y distribuye a todo el mundo.

 Lo que hace Grifols es posicionarse para estar presente en el mercado local, de momento solo para la obtención de plasma pero bajo los exigente criterios de las autoridades sanitarias de EE UU y Europa. Es difícil conocer si la Administración comunista en algún momento permitirá la exportación. Más a largo plazo aún estaría la opción de montar una fábrica en el país asiático para abastecer el mercado local.  La compañía «se reserva el derecho de poder acceder hasta el 50% del plasma obtenido cuando las leyes aplicables lo permitan».

Fuente: Cinco Días