Grifols ha dado un pequeño paso para entrar en el gigantesco mercado chino. La multinacional de hemoderivados y la compañía china Boya Bio-Pharmaceutical han alcanzado un acuerdo para abrir centros de donación de plasma en China, en los que ambas empresas invertirán 50 millones de euros al 50%.

El acuerdo de Grifols supone una pica en Flandes para entrar en el difícil mercado chino. La empresa catalana accede así a la obtención de la materia prima, el plasma, con el que se producen sus medicamentos hemoderivados. Accesa asñi a un país de más de 1.300 millones de habitantes.

El plasma que obtenga en china junto a su socio local deberá quedarse en el país, porque la normativa del país no permite la exportación de ese producto. Esto es debido a que todo el plasma que se obtenga en china debe estar destinado para el mercado local una vez tratado. Pero la compañía catalana “se reserva el derecho de poder acceder hasta el 50% del plasma obtenido cuando las leyes aplicables lo permitan”, señaló el laboratorio ayer en un comunicado.

Actualmente Grifols obtiene prácticamente la totalidad de la sangre en Estados Unidos (a través de donaciones remuneradas) para sus medicamentos hemoderivados, que fabrica en EE UU y Barcelona y distribuye a todo el mundo.

Lo que consigue Grifols con este acuerdo es posicionarse para estar presente en el mercado local, de momento solo para la obtención de plasma, pero bajo los exigente criterios de las autoridades sanitarias de EE UU y Europa gracias a la experiencia del laboratorio catalán. Es difícil conocer si la Administración comunista en algún momento permitirá la exportación. Más a largo plazo aún estaría la opción de montar una fábrica en el país asiático para abastecer el mercado local, una opción prácticamente nula en la actualidad por las dificultades para la inversión extranjera.

De hecho, Grifols y su socio Boya Bio-Pharmaceutical deben crear una empresa compartida al 50% para cada instalación de obtención de plasma, que puede ser remunerada.

El acuerdo incluye “la construcción y gestión de un número significativo de centros de donación de plasma en la República Popular de China”, según el comunicado. También se incluye un punto específico para la colaboración y prestación de servicios de ingeniería por parte de Grifols, que aportará su experiencia para que la construcción y gestión en las instalaciones chinas tenga los mismos estándares de calidad que aplica en los centros que gestiona.

Según la empresa, el proyecto permite reforzar “a largo plazo” su estrategia para aumentar su acceso a plasma a través de la diversificación geográfica para poder continuar dando respuesta a la creciente demanda de este tipo de medicamentos plasmáticos.

Actualmente, Grifols dispone de 190 centros de plasma en EE UU y 35 en Europa, una cifra que supone un aumento del 50% desde el inicio de su plan de expansión anunciado en 2015. La compañía sigue adelante con su objetivo de inversiones para la apertura de más instalaciones.

En 2017, Grifols obtuvo más de nueve millones de litros de plasma para producir los fármacos hemoderivados que comercializa en más de 100 países.

Entre las principales proteínas con fines terapéuticos que se obtienen del plasma se incluyen las inmunoglobulinas, para el tratamiento de trastornos inmunológicos incluyendo determinadas enfermedades neurológicas; la albúmina, para restablecer y mantener el volumen circulatorio y para el tratamiento de enfermedades hepáticas; el factor VIII, para el tratamiento y profilaxis de la hemofilia; y la alfa-1 antitripsina, para proteger contra el deterioro de los tejidos pulmonares (enfisema pulmonar).

El negocio en China

Alza. El sector de los medicamentos plasmáticos en China es clave y está respaldado por el Estado, según indican fuentes de Grifols. Según los datos proporcionados por la compañía, en el año de 2016, las ventas de estos productos en el país superaron los 20.000 millones de yuanes (2.695 millones de euros). Desde el año 2010 a 2016, el crecimiento ha llegado al 17,1%.

Ventas. Grifols, aunque no pueda utilizar el plasma chino para fabricar sus productos y venderlos a otros países, obtendrá ingresos por la gestión de esos centros. La empresa sí vende a China uno de sus medicamentos, concretamente la albúmina, aunque no detalla el valor del negocio con el gigante asiático, que en todo caso actualmente es muy menor. En las cuentas de 2017, la compañía consideró a China como mercado estratégico.

Fuente: Cinco Días