Las exportaciones españolas de mercancías se dispararon un 9,1% entre enero y noviembre de 2017, y marcan con 255.155 millones de euros un nuevo récord histórico anual a solo un mes de que se cierren los datos de 2017. Después de un 2016 en el se ralentizó el comercio exterior, la robusta recuperación europea tira de las ventas de bienes españoles, que registran otra vez los mayores crecimientos entre los grandes países, solo superados por Reino Unido y Japón.

Sin embargo, las importaciones también crecen a un ritmo muy fuerte del 11% en el acumulado entre enero y noviembre con 277.894 millones. Y aunque todavía no arrojan el récord anual, es muy previsible que se cierre el 2017 superando el máximo histórico de 2007, cuando se importaron 285.000 millones y se registraba un déficit comercial de 100.000 millones. Aunque ahora la diferencia es que el déficit comercial no resulta tan abultado: 25.141 millones, y este déficit se compensa de sobra con el superávit que se obtiene gracias al turismo, también en cotas nunca vistas. Eso se traduce en que España está consiguiendo un superávit con el exterior, imprescindible para ir poco a poco reduciendo la deuda que se tiene con el extranjero. Esta se sitúa en unos niveles altísimos del entorno del 90% del PIB y ha de ser refinanciada periódicamente en los mercados. Como se demostró durante la crisis, representa el principal talón de Aquiles de la economía española.

Las importaciones crecen con mucha fuerza debido, sobre todo, a dos motivos. Uno es la recuperación de la economía, como apunta el Ministerio que dirige Luis de Guindos. Pero el principal es el encarecimiento del petróleo. La cotización del crudo ha subido en torno a un 27% durante los últimos doce meses. Y eso en parte se ha traducido en que el déficit energético se haya disparado un 31% entre enero y noviembre hasta los 19.269 millones. En esos once meses, el déficit comercial ha aumentado un 39%. De lo que se deduce que los productos energéticos tienen mucha culpa del deterioro.

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En términos de volumen, las exportaciones subieron hasta noviembre un 8,5%, pues los precios se encarecieron un 0,6%. En cambio, las importaciones solo aumentaron en volumen un 5,8%, debido a que sus precios subieron un 5%. En este último dato se aprecia el efecto que está teniendo el encarecimiento del petróleo. 

Aun así, no todo responde a la energía. El saldo no energético del comercio de mercancías también ha empeorado, si bien en cantidades mucho menores. Ahora se registra un déficit acumulado de 3.425 millones entre enero y noviembre de 2017, frente a los 1.605 millones que se anotaron en el mismo periodo del año anterior.

Mientras que los principales sectores experimentaron crecimientos, las exportaciones del sector del automóvil retroceden un 0,9% hasta noviembre, debido sobre todo al descenso de las ventas a Reino Unido, Turquía y Francia, según explica el Ministerio de Economía. Estas habían estado tirando mucho de las ventas al exterior, pero ahora es uno de los pocos grupos que no crecen junto a los aparatos de precisión y la electrónica de consumo.

Las exportaciones dirigidas a la UE suponen un 65,8% del total y crecen un 8%. En peso son las que más tiran. Sin embargo, el dinamismo fue mayor en las ventas a otros destinos fuera de Europa, que crecen un 11,4% y representan el 34,3% restante.

Fuente: El País