Tras cuatro sesiones de interrogatorio frente al tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal en la Audiencia Nacional (San Fernando de Henares), que juzga la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, el socio auditor de Deloitte Francisco Celma ha finalizado su declaración insistiendo en su argumentación: no pudo emitir un informe de opinión de auditoría en marzo de 2011 respecto a las cuentas de la entidad porque no le proporcionaron la documentación.

La intervención del auditor ha sido, hasta el momento, la más extensa del juicio, ya que ha sido el único encausado que ha respondido a cuestiones de todas las partes. Preguntado en diversas ocasiones por el letrado Enrique Molina, defensor de los encausados Alberto Ibáñez y José Manuel Serra, acerca sobre su participación en las presuntas irregularidades en la formulación de las cuentas de Bankia, Celma negó con rotundidad tal extremo.

“Yo no me he juntado con nadie para falsificar nada en mi vida”, ha espetado el socio de Deloitte. “Yo en marzo no tengo la información suficiente para concluir mi trabajo. En mayo la tengo para poder hacerlo, pero yo no he visto nada irregular. La documentación que he revisado es correcta, no he visto ninguna irregularidad”, ha proseguido.

Francisco Celma se enfrenta a 12 años de cárcel, la pena que solicitan para él tanto las acusaciones populares como particulares por un presunto delito de falsedad contable en las cuentas de Bankia y de estafa a inversores en el debut sobre el parqué de la entidad, en concepto de cooperador necesario, aunque no está acusado por la Fiscalía Anticorrupción.

Cuestionado más tarde por el abogado defensor de Rodrigo Rato, expresidente de Bankia, acerca de un documento realizado (que algunas de las defensas han tildado de borrador de opinión) sobre las cuentas de los estados financieros de BFA y Bankia, Celma ha contestado que lo escribió a petición de Rato por una conversación telefónica mantenida durante la noche del 18 de marzo de 2011, pero ha rehusado en todo momento calificarlo de “borrador”. “Rato me dijo que me iban a dar la documentación y que iba a haber una inyección de 7.000 millones de euros. Me preguntó cómo sería nuestra opinión y que se lo enviase por escrito. Preparé el papel basado en esas dos condiciones, que nunca se produjeron, y se lo mandé”, ha explicado.

Preguntado por el formato del documento, semejante a un informe técnico, Celma ha asegurado que lo hizo pensando en “adelantar trabajo”. “No es un borrador. El papel plasma una conversación y técnicamente describí cómo serían los impactos en caso de materializarse las dos hipótesis. Lo que hice fue adelantar trabajo en base algo que me fuera a valer. Lo hice porque pensé que podía ayudar”, ha concluido.

Tras el socio auditor de Deloitte, declararán las tres personas jurídicas acusadas, Bankia, su matriz BFA y Deloitte y posteriormente darán comienzo las declaraciones testificales, a las que acudirán, entre otros, José Ignacio Goirigolzarri (actual presidente de Bankia) y Miguel Ángel Fernández Ordóñez (exgobernador del Banco de España). La Fiscalía Anticorrupción también ha solicitado que declaren como testigos rancisco González (expresidente de BBVA) y Luis de Guidos (vicepresidente del Banco Central Europeo).

Fuente: Cinco Días