El sector de la intermediación inmobiliaria a pie de calle vuelve a crecer a un elevado ritmo tras su casi desaparición en España por la crisis del ladrillo. Uno de los actores fundamentales es la enseña Century 21, que se ha propuesto un ambicioso plan de expansión.

La marca de origen estadounidense cuenta actualmente con 72 oficinas y alrededor de 1.030 agentes inmobiliarios en España, reconocibles por usar como vestimenta una americana color camel. A final de año, la empresa quiere alcanzar las 100 sucursales y 1.500 asesores. Pero a medio plazo la cifra es mucho mayor. “Debemos llegar a una cuota de mercado del 15% o el 20%. Eso supone tener entre 8.000 y 10.000 agentes y 400 oficinas físicas”, avanza Ricardo Sousa, consejero delegado de Century 21.

Para cumplir ese objetivo, la empresa utilizará la vía del crecimiento orgánico, con nuevas aperturas de oficinas franquiciadas. Pero también con adquisiciones de rivales. “Este es un sector muy atomizado, con muchas empresas. La tendencia serán las fusiones. Buscaremos sinergias con otras compañías y economías de escala”, explica Sousa. “Estamos muy atentos a las operaciones que hay en el mercado”, añade. Una de las vías más factibles será la adquisición de rivales que son líderes en algunas zonas que interesan a la compañía.

En España, en diferentes segmentos, operan marcas como Don Piso, Remax, Engel & Völkers, Gilmar o Tecnocasa.

Century 21, con sede en Nueva Jersey, cambió de estrategia en España en 2010, cuando la marca dejó de ser gestionada por Globalia (familia Hidalgo) para pasar al grupo promotor y constructor portugués ABN Souza, que ya gestionaba la enseña en el país vecino. El consejero delegado de la firma, que opera mediante franquicias, es hijo del fundador del holding luso. En Portugal, Century 21 ya dio el paso de crecer mediante compras, al hacerse con la firma local Fitamétrica.

La empresa tiene presencia en los mercados más activos en la recuperación de las transacciones de vivienda: Madrid, Barcelona, Baleares, Costa del Sol, además de Las Palmas, Gijón y Granada. El pasado año facturó 15,7 millones de euros, un 37% más que en 2016, en 5.414 transacciones (22% más). La previsión para 2018 es alcanzar los 20 millones.

Agentes registrados

Ricardo Sousa apuesta por los registros autonómicos para la intermediación, como es el caso de Cataluña, donde es obligatorio, y en Madrid, donde es voluntario. Por eso, la compañía exigirá a sus agentes que estén registrados en el caso de Madrid, porque opina que así existe un control sobre la profesionalización y capacitación de los asesores, como ocurre en otros países.

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Fuente: Cinco Días