El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha asegurado hoy en la junta general celebrada en Madrid que la petrolera “formará parte activa en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero” y que, al mismo tiempo, contribuirá “a suministrar toda la energía que el planeta demanda”.

A pocos días del cierre definitivo del acuerdo para la venta del 20% del capital de Gas Natural Fenosa a una sociedad controlada por el fondo CVC, por 3.800 millones de euros, que marcará un giro estratégico a las inversiones del grupo, Brufau ha descartado el reparto de un dividendo extraordinario con las plusvalías que obtenga.

El presidente de Repsol ha hecho una defensa a ultranza de la energía solar, la que, en su opinión, va a crecer más en los próximos años y la que considera, junto con la eólica y la eficiencia energética, la mejor solución en la reducción de emisiones. Respecto a los ingresos esperados por la venta de Gas Natural, Brufau descartó el reparto de un dividendo extraordinario.

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Brufau ha criticado las subvenciones en I+D+i que están recibiendo las compañías automovilísticas alemanas para desarrollar el vehículo eléctrico, ayudas que los ciudadanos no recuperarán. El ejecutivo defendió que las inversiones en investigación “deben correr a cargo de las empresas, no de los ciudadanos”. También arremetió contra los incentivos a compra de este tipo de coches, que supone una transferencia de rentas, pues “van destinados a las clases favorecidas”. En este sentido, aconsejó que se destinen estos fondos a la renovación de la flota de motores de combustión: con las ayudas a un vehículo eléctrico, se podrían cambiar siete u ocho de combustión. Si la flota actual fuese más eficiente, se reducirían las emisiones en 20 millones de toneladas de CO2.

En definitiva, el presidente de Repsol planteó serias dudas sobre el eléctrico, “que solo será competitivo a partir de 2025”. Mientras tanto, habrá que solucionar “la geopolítica de los metales de las baterías, el cobalto; el ciclo de emisiones de dichas baterías y la energía con la que funcionarán estos vehículos”, pues, de ser el carbón, las emisiones aumentarían, como es el caso de Alemania. “El vehículo eléctrico formará parte del negocio de Repsol, pero cuando toque estar”, subrayó.

En un discurso centrado en el debate sobre la transición energética. A corto plazo, Brufau recomendó invertir “el máximo posible en renovables”, especialmente en energía solar, “un cambio en la movilidad de las ciudades y la generación distribuida”. Y pidió para ello el apoyo regulatorio del Gobierno. También pidió el apoyo económico para medidas de eficiencia de los hogares.

Respecto a la eficiencia, el ejecutivo aseguró que los españoles han he

Sobre los informes sobre transición energética y en una crítica velada al encargado por el Gobierno al llamado grupo de expertos, Brufau consideró que “hay debates de gente honesta y otro de consultoras y expertos mal llamados independientes”.

La posición de Repsol es el compromiso contra la lucha contra el cambio climático combinando la seguridad de suministro; el acceso universal a la energía; mantener a competitividad de la industria y la sostenibilidad. En este punto, recordó que dos tercios del planeta seguirá necesitando “mucha energía para crecer”.

Tras reconocer la tensión entre el consumo y reducción emisiones, el presidente de Repsol auguró que “el petróleo seguirá formando parte importante del balance del mix energético. Será una energía complementaria, no sustituible”.

Por su parte, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, destacó el buen entorno del mercado internacional, en el que la cotización del Brent subió un 24%. También la fortaleza del euro, al que no ha afectado de manera relevante las políticas expansivas de EE UU.

En el mercado interior, tras cuatro años, Repsol destaca la consolidación de la recuperación de la venta de carburantes, que ha aumentad un 4,8%, tras la caída del 20% durante la crisis.

Respecto a las actuales subidas del crudo, el consejero delegado ha dicho que “no es bueno ni sano”, porque responde a tensiones geopolíticas y puede tener consecuencias negativas para el negocio del dowmstream. Queremos “una demanda estable y precios razonables”, concluyó Imaz.

La junta ha aprobado un aumento del dividendo hasta 0,9 euros por título a través de la fórmula de scrip dividend. Y no descarta recuperar el euro por acción.

Fuente: Cinco Días