BMW ha preparado un manual de joint ventures chinas para la competencia. El fabricante de automóviles de lujo dice que pagará 3.600 millones de euros para tomar el control de su empresa con Brilliance China Automotive, lo que lo convierte en el primero en aprovecharse de las nuevas normas para marcas extranjeras. Otras marcas como Daimler pueden seguir esa línea.

Políticamente, siempre es acertado ser el primero en aceptar una reforma del mercado ofrecida por Pekín: en este caso, pasar de ser dueño del 50% a serlo del 75%. BMW también anunció planes para invertir 3.000 millones de euros en fábricas nuevas y existentes en el norte de China, creando 5.000 empleos. Ambos pasos pueden ayudarle a amarrar exenciones arancelarias para los coches que fabrica en EE UU y vende en la República Popular. Sin eso, los analistas de Evercore ISI estimaban que las represalias arancelarias de Pekín en su disputa con Washington podrían costarle a BMW y a Daimler 834 y 661 millones de euros respectivamente.

Pero los alemanes también han elegido un buen momento para regatear. Los mercados de valores chinos se han desplomado debido a las tensiones comerciales y los fabricantes nacionales de automóviles son los que más se han resentido, ya que el final del sistema de subvenciones mina la demanda de marcas locales. Brilliance, que cotiza en Hong Kong, ha reducido su valor a la mitad en lo que va de año y la acción ha tenido un rendimiento inferior al índice de referencia Hang Seng China Enterprises en 38 puntos porcentuales. Sus ingresos del primer semestre disminuyeron un cuarto.

No está claro cuándo cambiará el dinero de manos y si el precio actual está garantizado. El acuerdo no puede cerrarse hasta que Pekín levante formalmente la restricción, en 2022. Pueden pasar muchas cosas en cuatro años, pero si la guerra comercial se suaviza, BMW podría haberse asegurado unos beneficios considerables.

Daimler observa la situación desde la barrera, porque fabrica en EE UU como BMW, y tiene a BAIC como socio en China. Y Nissan está con Dongfeng. Con los mercados en caída libre podrían esperar un poco más. BMW, sin embargo, tiene la ventaja de haber hecho el primer movimiento.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Belén Juárez, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días