La fusión con BMN hace mella en las cuentas de Bankia. La entidad ha cerrado el ejercicio 2017 con un beneficio neto reportado de 505 millones de euros, lo que supone una caída del 37,3%, derivado principalmente de unos costes de integración de 312 millones de euros. Sin tener en cuenta ese impacto no recurrente, el resultado atribuido del grupo hubiera sido de 816 millones de euros, con un alza del 1,4%. Los analistas habían estimado un resultado neto de unos 832 millones, según la media recogida por Reuters. La acción inicia la sesión con una caída del 0,8%.
El efecto contable de BMN en las cuentas de Bankia comenzó el 1 de diciembre de 2017 por lo que en el balance de grupo ya se incluyen todos los activos y pasivos aportados por BMN mientras que en la cuenta de pérdidas y ganancias sólo se integran los resultados de BMN correspondientes a un mes de actividad.
En el cuatro trimestre, Bankia registró unas pérdidas de 235 millones de euros, frente al beneficio de 73 millones de un año antes.
El margen de intereses del ejercicio 2017 cae un 8% hasta 1.968 millones (1.943 millones excluido BMN), un descenso que refleja la menor aportación al margen de las carteras de renta fija y los vencimientos y repreciaciones de la cartera hipotecaria, que mayoritariamente está referenciada a tipos de interés variables, que han continuado cayendo en 2017. Este efecto, sin embargo, se difumina en el cuarto trimestre, periodo en el que el margen de intereses crece un 0,9% respecto al trimestre anterior, lo que refleja «el impacto cada vez menor de la evolución de la curva euríbor sobre las hipotecas» así como «nuevas operaciones de crédito en segmentos rentables y el menor coste de financiación del grupo». Aumenta por tanto el tipo medio al que se concedieron los créditos y baja el coste de los nuevos depósitos.
El margen bruto se situó en 3.064 millones de euros, un 3,2% inferior al del ejercicio anterior. Los gastos de administración suben un 1,5% y los de personal aumentan un 4,2%.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destacó en una nota que 2017 ha sido un ejercicio «muy importante para Bankia porque hemos terminado el plan de reestructuración, hemos ejecutado la fusión con BMN y hemos avanzado en el proceso de privatización”.
Según explica Bankia, la estrategia Sin Comisiones permitió incrementar en 107.000 el número de clientes con ingresos domiciliados (hasta hacer un global de 280.000 en dos años)
Ratios de capital y solvencia
Las ratios de capital del grupo tras completar la fusión con BMN se sitúan por encima de los requisitos regulatorios para 2017: la ratio llamada CET1 Phase In alcanza el 14,15% y total capita se sitúa en el 16,84. Estos niveles, implican sobre los requerimientos mínimos de capital, un exceso de 628 puntos básicos en el CET1 y de 547 en el de total capital.
La tasa de morosidad del grupo se sitúa en el 8,9% frente al 8,8% de septiembre de 2017. Sin el efecto de BMN, esta tasa se situaría en el 8,5%. La fusión con BMN ha aportado riesgos dudosos al grupo por importe de 2.377 millones de euros a 31 de diciembre de 2017. Por su lado, los activos adjudicados netos de BMN aportados en la fusión ascienden a 1.474 millones de euros al cierre del ejercicio 2017.
El dividendo se mantiene en 11,024 euros
Tras los resultados y los «holgados» niveles de solvencia, el consejo de administración de Bankia ha propuesto mantener el dividendo en 11,024 céntimos por acción, lo que eleva la retribución anual a accionistas a 340 millones de euros y el pay-out al 41,7%.
Esta cifra, señala Bankia, es igual que la del año pasado (una vez ajustado el contrasplit), pero la emisión de acciones realizada para entregar a los accionistas de BMN provoca que la cuantía total a abonar se eleve hasta 340 millones de euros, un 7,3% más y equivalente a un pay-out del 41,7%, frente al 39,5% de 2016
El presidente de Bankia afirmó que “por cuarto año consecutivo incrementamos el importe destinado a dividendos para nuestros accionistas y seguimos así avanzando en la devolución de ayudas a los contribuyentes”.
Fuente: Cinco Días