El grupo ACS, a través de distintas filiales, se ha llevado uno de los contratos de obra pública en Estados Unidos más ansiados por la construcción española. Se trata del sistema de transporte por tren que servirá para mover a millones de pasajeros hasta y en el interior del aeropuerto internacional de Los Ángeles (California). Ferrovial, Acciona u OHL han sido otras referencias de este país que han perseguido este visible y millonario proyecto.

Un consorcio liderado por ACS y su filial alemana Hochtief se ha alzado con la oferta recomendada para la adjudicación. En el equipo figuran la concesionaria Iridium, las constructoras Dragados USA, Hochtief y Flatiron, todas ellas de ACS, y otras tres aliadas de primer nivel como son Fluor, Balfour Beatty y el fabricante de trenes Bombardier. El proyecto lleva obras aparejadas por 1.950 millones de dólares (unos 1.570 millones de euros) y se entregará bajo el esquema de concesión durante 25 años. El cierre comercial de este contrato está previsto para abril y en junio debería sellarse la financiación, según ha estimado ACS.

En el consorcio figuran la concesionaria Iridium, las constructoras Dragados USA, Hochtief y Flatiron, todas ellas de ACS, y Fluor, Balfour Beatty y Bombardier

El grupo que preside Florentino Pérez ha emitido un comunicado en el que no ha hecho mención directa al proceso abierto, frente a la italiana Atlantia, para la compra de la concesionaria Abertis, pero sí ha explicitado que proyectos como este consolidan a ACS como uno de los principales agentes del mundo en materia de colaboración público-privada. De hecho, ese es el argumento central que explica la opa de la filial germana Hochtief por Abertis: la primera ganaría infraestructuras por construir y la segunda las gestiona, renovando constantemente su cesta de activos sin necesidad de acudir al caro mercado secundario o a licitaciones de activos maduros. Para Marcelino Fernández Verdes, CEO de ACS, este sería un matrimonio de grandes réditos para ambas partes. De hacerse con Abertis, Hochtief asegura que introduciría a Abertis, hoy centrada exclusivamente en autopistas, en nuevos mercados como el ferroviario o el de las infraestructuras sociales (hospitales, colegios, prisiones, etcétera).

«Este es uno de los proyectos de infraestructuras en régimen de concesión (PPP por sus siglas en inglés), por valor de 200.000 millones de euros en conjunto, que nuestros equipos han identificado para el periodo 2018-2021 en nuestros mercados clave», ha explicado ACS en su comunicado. Esos destinos prioritarios son Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa.

La adjudicación «pone de manifiesto nuestra posición privilegiada para aprovechar el crecimiento de la inversión en carreteras, ferrocarriles y equipamiento público, usando el modelo de colaboración público-privada», ha añadido la constructora.

El contrato, cuyo cierre financiero se espepera para junio, incluye un periodo de explotación de la infraestructura durante 25 años

Un 36% de participación

ACS y Hochtief suman un 36% de participación en el consorcio ganador, con un 18% cada una. El proyecto se basa en la construcción de un tramo de vía de 3,6 kilómetros de longitud que volará a una altura de 15 a 20 metros. Sobre este viaducto, para el que se contemplan seis paradas, podrán circular hasta nueve trenes de forma simultánea.

El objetivo de la infraestructura es conectar las terminales con los nuevos edificios destinados a aparcamientos de coches de alquiler y con las estaciones de tren ligero de la ciudad de Los Ángeles.

El aeropuerto californiano es el segundo mayo de Estados Unidos y su nuevo People Mover estará dotado con 44 trenes de Bombardier.

ACS ha recordado que ya cuenta con presencia en el proyecto del tren de alta velocidad de California, con la construcción de uno de los tramos valorado en 1.200 millones de dólares.

MÁS INFORMACIÓN

Fuente: Cinco Días