Victoria inesperada de Bombardier en la batalla comercial con Boeing por el nuevo avión regional CSeries. La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos votó por unanimidad a favor del fabricante canadiense, al considerar que sus prácticas comerciales no dañan al gigante estadounidense. El rechazo de la queja implica que el Departamento de Comercio tendrá que suspender el arancel especial que impuso en septiembre y que elevó después al 290%.

La decisión del panel se conoce cuando Estados Unidos, Canadá y México celebran la sexta ronda de negociaciones para renovar el tratado de libre cambio que rige las relaciones comerciales entre los tres países norteamericanos. El gobierno canadiense, además, viene de denunciar ante la Organización Mundial de Comercio las medidas de castigo adoptadas por la Administración que preside Donald Trump, porque considera violan las reglas internacionales.

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La decisión rechazando la queja de Boeing contó con el voto de sus cuatro jueces a favor de los argumentos de Bombardier. Consideran que no hay pruebas del daño a Boeing. En el origen de la disputa estaba un contrato que el fabricante canadiense cerró con la aerolínea estadounidense Delta para entregarle el nuevo CSeries y por el que también competía del avión de pasillo único B737. Los dos aviones compiten en segmentos de mercado diferentes.

La familia CSeries, con capacidad para entre 100 y 150 pasajeros, cubre un segmento de mercado que Boeing abandonó hace años. Este bimotor de pasillo único, sin embargo, es una alternativa en las rutas regionales para los modelos más pequeños del B737. El arancel irritó también a Reino Unido, porque las alas del avión se fabrican en una fábrica de Bombardier en Irlanda del Norte.

“Es una victoria para la innovación, la competencia y el respeto de la ley”, valoró Alain Bellemare, consejero delegado de Bombardier, “su desarrollo y producción beneficia a miles de empleados en EE UU, Canadá y Reino Unido”. Boeing, por su parte, calificó la decisión de la comisión de “decepcionante” y advierte que mantiene abierta la batalla contra los subsidios que recibe su rival, porque la considera una práctica ilícita que daña el empleo.

En plena batalla comercial, Bombardier anunció un acuerdo con el consorcio europeo Airbus por el que le cedía el control del programa CSeries. La alianza se interpretó como una táctica para esquivar el arancel especial que acaba de imponer a EE UU. Boeing, por su parte, lleva meses negociando con la brasileña Embraer un acuerdo de cooperación que le permita cubrir ese mercado. El rechazo a su queja podría forzarle a mover ficha con más agresividad.

Para Canadá, la resolución es una gran noticia. «Es un buen resultado para Bombardier, para nuestros trabajadores y para la equidad», valora el ministro de Comercio Internacional, informa Ignacio Fariza. «La decisión es justa y equilibrada. Los mecanismos de controversias de comercio son esenciales para negocios efectivos, pero no se puede utilizar de manera exagerada», apuntan desde la Cámara de Comercio de Canadá, que representa a 450 organizaciones empresariales.

Boeing tiene aún la opción de apelar la decisión o de llevarla a la OMC. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ya advirtió que si Boeing seguía adelante con sus quejas, se vería obligado a cancelar la compra de 18 cazabombarderos F-18 F/A Super Hornet e incluso romper sus relaciones. El choque puso en evidencia la tensión que hay entre EE UU y Canadá en plena negociación de la revisión del acuerdo de libre cambio, que está totalmente estancado.

Fuente: El País