El grupo ACS está de retirada del descomunal proyecto hidroeléctrico Inga III, en República Democrática del Congo, según ha admitido la propia compañía hoy martes. Su salida del consorcio adjudicatario supone un nuevo escollo en el futuro desarrollo de la central hidroeléctrica más grande de África, con 11.000 megavatios (MW) a partir de la ampliación de las presas y desarrollos hidroeléctricos del río Congo.

El presupuesto de Inga III alcanza los 14.000 millones de dólares (12.600 millones de euros) sobre un proyecto global que supera los 80.000 millones de dólares para el desarrollo de un total de 42.000 megavatios (MW).

El acuerdo preeliminar entre ACS y su socio China Three Gorges fue firmado en 2018, pero las dos partes no se han puesto de acuerdo en aspectos relevantes de la ejecución del proyecto. Un portavoz de ACS ratificó a Reuters que «el grupo ACS no participará en la ejecución del proyecto», pero eludió dar los motivos de la retirada.

La Administración está a la espera, según el jefe de la agencia gubernamental que supervisa el desarrollo de Inga.3, Bruno Kapandiji, de una notificación formal por parte del grupo español. Este mandatario subrayó que el proyecto sigue vivo.

La ruptura del consorcio constructor no es el único contratiempo sufrido por este plan. En 2016, el Banco Mundial suspendió su financiación, criticando la dirección estratégica de Inga III. Ahora se trata de reconstruir el consorcio Proinga, en la que también figura la española AEE Power (antigua filial de Eurofinsa), con la entrada de un nuevo socio.

El desarrollo Inga III estaba llamado a servir energía principalmente a Sudáfrica, quedando el excedente para la industria minera local.

Fuente: Cinco Días