Abanca se ha pasado a ser, desde hace varios trimestres la primera entidad financiera española en presentar resultados. En este caso han sido los correspondientes a 2017. Ese año logró un beneficio atribuido un año de 367 millones de euros, un 10% más que un año antes. Este resultado se apoya en el incremento de los ingresos recurrentes, cuyo margen básico ha crecido un 17,6%, y en la reducción de los activos improductivos, que pasan a representar tan solo el 2,2% del balance.

Los resultados por operaciones financieras (ROF) han aportado la nada despreciable cifra a los beneficios de 202,2 millones de euros. La rentabilidad o ROE (rentabilidad sobre recursos propios) de Abanca es una de las más altas del sector, al alcanzar el 9,1%.
El presidente de la entidad y accionista mayoritario de Abanca, Juan Carlos Escotet, reconoció ayer que una parte del crecimiento del margen básico se debe a la mayor captación de negocio, sobre todo, depósitos provenientes del Banco Pastor, filial de Popular, como consecuencia de la crisis vivida por este grupo. A ello se suma también las tensiones de Cataluña, con la consiguiente salida de ahorros de las entidades catalanas a otros bancos, como Abanca. Los clientes ven a Abanca “como una entidad refugio”, explicó Escotet en rueda de prensa.

La captación de recursos de clientes se incrementó un 6,2% hasta 36.765 millones de euros (45.535 millones de dólares), por el aumento de los depósitos minoristas y otros productos como fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro, que movieron 6.127 millones.
El nivel de capitalización, con un ratio CET1 del 14,6% y una holgura de 1.762 millones de euros, permite también a la entidad a afrontar las oportunidades del sector que puedan surgir a corto y medio plazo, destacó su presidente. El banco, de hecho, apuesta por crecer con compras o fusiones, sobre todo este año. Aunque las adquisiciones pueden realizarse en Estados Unidos, donde llevan meses buscando una oportunidad; en Portugal, o en España.

En España el banco lleva ya tiempo analizando entidades, no en vano ya han mantenido contactos con varias instituciones bancarias. Una de ellas, con la filial española de Deutsche Bank, pero al final el grupo alemán decidió paralizar la subasta que tenía en marcha el pasado año, para apostar nuevamente por crecer en este país.

”Hasta ahora no se han podido materializar” las oportunidades que han surgido en España, pero “surgirán más en 2018. Pueden aparecer nuevas opciones”, declaró Escotet, presidente y accionista mayoritario de Abanca. El banquero añadió que “el ambiente es propicio para procesos de concentración”. Su apuesta por poder crecer con compras llega hasta la política de dividendos de la entidad, ya que Escotet está dispuesto a no repartir remuneración al accionista (principalmente él) para mejorar su capital en el caso de que surja alguna oportunidad.
Abanca da por cumplidos sus objetivos estratégicos fijados para el trienio 2014-2017, en el que tenía como fin alcanzar una mejora consistente en los principales indicadores de rentabilidad, calidad del riesgo, solvencia, liquidez o dinamismo comercial.

Sobre las amenazas del Gobierno venezolano sobre una expropiación de Banesco (la sede del holding está en Madrid), Escotet aseguró que “no está en venta”, además de añadir “no sentimos ningún tipo de preocupación” por estas amenazas.

Sobre su intención futura de sacar a Bolsa Abanca, Escotet aseguró que este proceso no se llevará a cabo hasta que no suban los tipos de interés y finalice la actual política laxa del Banco Central Europeo (BCE), lo que sucederá en 2020 como mínimo, explicó Escotet. Los objetivos preliminares para el próximo trienio pasan por mantener el ratio CET1 superior al 13%, hacer descender la morosidad a menos del 3% y superar los 30.000 millones de euros en crédito. Abanca ha puesto el foco también en la mejora de la calidad del riesgo. Su morosidad desciende un 31% hasta el 4,7%, 260 puntos básicos por debajo de la media española, pese a haber retirado provisiones por 53,9 millones de euros. La venta de 1.900 millones de euros en activos improductivos ayudan a rebajar la morosidad.

Abanca también ha mejorado su eficiencia un 13,1%, situándose en el 69%, porcentaje, no obstante, muy alto (cuanto más alto peor). El presidente del banco insistió ayer que, pese a todo, la oficina es prioritaria para la entidad, que sigue disfrutando de un crédito fiscal que ha vuelto a activar en 2017.

Fuente: Cinco Días