Continúa la batalla en Mediaset. Vivendi no ejercerá, previsiblemente, su derecho de separación por el 28,8% que controla en el grupo de televisión –un 9,6% directamente y un 19,2% a través del fideicomiso Simon Fiduciaria–, después del último movimiento de Berlusconi. La posibilidad de dar al traste con la fusión entre la matriz y la filial española en caso de que Vivendi decidiera utilizar su llave para salir ha quedado invalidada tras el acuerdo con el fondo Peninsula. Ahora, el objetivo de la empresa gala es tumbar la operación en los tribunales.
Los accionistas que así lo desearan podían renunciar a participar en la fusión de las dos Mediasets, la italiana y la española, a un precio de 2,77 euros por acción para la matriz y de 6,5444 para la filial. Vivendi, cuya participación a esa valoración asciende a unos 940 millones de euros, tenía la carta en la manga de solicitar el dinero y, con ese mismo movimiento, dar al traste con la operación, a la que se ha opuesto por activa y por pasiva casi desde su anuncio el pasado 7 de junio. La clave estaba en que Mediaset solo había reservado 180 millones de euros para pagar a los accionistas díscolos.
Pero la intervención de Peninsula, un fondo capitaneado por Borja Prado, expresidente de Endesa y actual consejero de Mediaset España, ha echado por tierra esa posible estrategia para romper la operación. Si Vivendi decide solicitar el dinero, Mediaset activaría el acuerdo por el que ese vehículo se ha comprompetido a comprar la participación del grupo controlado por Vicent Bolloré. La fusión seguiría adelante, por lo que la firma gala no conseguiría su objetivo y, a cambio, saldría de la compañía con minusvalías.
Peninsula, firma en la que también participan el ex número dos de Mediobanca en España, Javier de la Rica, Carlos Cortina, hijo del expresidente de Repsol Alfonso Cortina y Jean Sarkozy, hijo del expresidente francés Nicolas Sarkozy, se ha comprometido a comprar hasta 355 millones de acciones de socios que quieran irse. Esa cuantía cubriría sobradamente la participación de Vivendi.
Vivendi compró su participación en Mediaset Italia a golpe de talonario y directamente en Bolsa a finales de 2016, a precios de entre 2,2 y 4,5 euros por título, por encima del precio que se le ofrece.
La estrategia de Vivendi se centrará ahora en los tribunales, tanto en España como en Holanda. El grupo ya anunció que impugnaría la junta del 4 de septiembre en la que se aprobó la fusión. Aduce que Mediaset no permitió votar a Simon Fiduciaria; si lo hubiera hecho, la integración no hubiera obtenido el número de síes necesario.
“No tenemos comentarios sobre la medida [el acuerdo con Peninsula], aparte del hecho de que lo que está haciendo Mediaset es ilegal, porque no han permitido a Simon Fiduciaria votar”, señaló el viernes un portavoz del grupo.
Fuente: Cinco Días