El estallido de la crisis económica y financiera puso a régimen estricto a las compañías españolas tras años seguidos de un endiablado crecimiento de su deuda. Así comenzaron a rebajar su pasivo a golpe de desinversiones y también gracias al flujo de caja que generaban sus negocios.

La coyuntura de rentabilidades ultrabajas de los tipos de interés fue un alivio para los gastos financieros de las cotizadas y permitió soportar el lastre de la deuda. Al tiempo, las refinanciaciones se pusieron a la orden del día, con el objetivo de lograr mejores condiciones para sus créditos.

Los diferenciales (lo que pagan por encima del precio del dinero libre de riesgo o spreads, en la jerga) de hace años han quedado reducidos a entorno de mínimos históricos. Los spreads de los últimos bonos emitidos por empresas con rating de inversión (con una nota de BBB– o superior) oscilan entre los 32 puntos básicos de Red Eléctrica y los 62 de Prosegur. Tras el estallido de la Gran Crisis a finales de 2007 llegaron a superarse los 200 puntos básicos en emisiones comparables.

Así, la deuda financiera neta de las empresas del Ibex ha logrado alejarse de los máximos alcanzados en 2008 y ha descendido cerca de un 12% desde entonces, hasta situarse en menos de 175.000 millones de euros.

La posición de liquidez en Barón de Ley por 145 millones representa más del 30% de su valor total en Bolsa

Diferentes estrategias para el efectivo

  • Dividendo. Mediaset y Bolsas y Mercados Españoles (BME) son dos buenos ejemplos de compañías sin deudas que entregan todo o casi todo lo que ganan a sus accionistas (porcentaje de pay out, en la jerga). La rentabilidad por dividendo de la cadena propietaria de Telecinco y Cuatro con cargo a los resultados de 2017 superará el 5,5%, según las estimaciones recopiladas por FactSet. La de BME rondará el 6,5%.
  • Guardar para compras. Corporación Financiera Alba es una sociedad holding que realiza una gestión activa de sus fondos. Su objetivo es disponer siempre de dinero contante y sonante por si se presenta una oportunidad de compra. A cierre de 2017 contaba con 762 millones de euros de caja neta.
  • Recomprar acciones. Elevar la autocartera para después destruir esas acciones es otra estrategia de remuneración. La emplea Barón de Ley, que ha disminuido su número de títulos un 43% desde cierre de 2016. Así eleva el beneficio por acción y reduce el papel en el mercado. Duro Felguera, ahora en serios problemas, gastó durante 2013 unos 85 millones en comprar acciones propias en una autopa. En junio de ese año tenía más de 200 millones de caja.

La capacidad de generación de caja de las empresas gracias a un entorno macroeconómico positivo ha impulsado la reducción del pasivo. Con todo, pocas logran tener liquidez o, lo que es lo mismo, carecen de deuda financiera neta. Esta se calcula restando lo que deben de lo que tienen en caja. Solo un puñado de cotizadas españolas tienen efectivo neto: Naturhouse, Barón de Ley, BME, Miquel y Costas, Corporación Alba, Iberpapel y Zardoya Otis. A ellas se suman otros tres valores del Ibex 35: Inditex, Mediaset y Técnicas Reunidas.

A cierre de 2017 entre todas ellas sumaban una caja neta de más de 8.000 millones (véase gráfico), en línea con el importe de un año antes. La mitad elevó su tesorería neta y la otra mitad la redujo.

En el Ibex, Inditex elevó su caja, pero los otros dos valores que forman parte del selectivo –Mediaset y Técnicas Reunidas– rebajaron su tesorería neta. El grupo de medios audiovisuales contaba a cierre del ejercicio con 135 millones, un 24% menos que un año antes. El tijeretazo es superior en Técnicas Reunidas, donde la caja neta se redujo un 53% en un ejercicio en el que la compañía sufrió una caída de su beneficio neto del 54,3% tras la rebaja de las previsiones de resultados por las complicaciones y retrasos en algunos de sus proyectos en Oriente Medio y por la cancelación de otros en Latinoamérica.

Inditex atesoraba cerca de 6.400 millones de euros a cierre de su ejercicio fiscal finalizado el 31 de enero, un 5% más. La compañía que preside Pablo Isla obtuvo un flujo de caja de 5.440 millones, antes de las inversiones (capex, en la nomencluta contable), los impuestos y los dividendos.

La compañía vitícola Barón de Ley es un caso aparte. Cuenta con una caja neta de 145 millones de euros, que representa más del 30% de su capitalización, inferior a los 500 millones de euros.

Otros dos valores que tradicionalmente han carecido de deuda financiera cerraron con caja negativa en 2017. Son los casos de las farmacéuticas Almirall y Faes.

Almirall ha pasado de contar con una caja neta de 74 millones en 2016 a registrar una deuda financiera neta de 41 millones el año pasado. Un ejercicio en el que sufrió el impacto negativo del negocio en Estados Unidos por su filial Aqua, especializada en productos de dermatología. La farmacéutica perdió 304 millones en 2017 tras anunciar en agosto que no cumpliría con las previsiones y asumir un deterioro de activos por importe de 323 millones. Faes, por su parte, pasó de una liquidez de 34 millones a una deuda de 55.

Corporación Alba, el vehículo inversor de la familia March, elevó su caja neta un 25%, hasta los 762 millones, tras invertir 548 millones de euros y realizar ventas de activos por 943.

Entre las compañías que más ampliaron su caja neta se encuentra Iberpapel, que la elevó un 44%, hasta los 79 millones de euros. La papelera, que ganó 22,9 millones de euros el año pasado tras facturar 220,7 millones, capitaliza menos de 400 millones de euros en Bolsa.

BME, por su parte, amplió su liquidez un 23%, hasta los 276 millones de euros. El gestor de los mercados regulados españoles registró el año pasado unas ganancias de 153,3 millones de euros, un 4,3% menos, mientras que sus ingresos se congelaron frente a un año antes.

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Fuente: El País