Un año después de que entrara en operación el MILA (Mercado Integrado Latinoamericano), el mecanismo por el que en 2011 se integraron las Bolsas de valores de los países de la Alianza del Pacífico, el grupo peruano Credicorp puso en marcha su plan para crear una banca de inversión regional. Dueño del centenario Banco de Crédito del Perú (BCP), la mayor entidad privada del país, el conglomerado se ha posicionado en cinco años como el líder en corretaje de los mercados de Chile, Colombia y Perú, y en un referente para la gestión de activos en la región. 

La creación de un mercado de valores para la Alianza del Pacífico abrió una expansión de la liquidez regional y de la actividad bursátil que el grupo peruano aprovechó desde el comienzo. En abril de 2012 adquirió el 51% del banco de inversión colombiano Correval y en julio, se hizo con el 60% del chileno IM Trust. Las dos firmas, al igual que los activos de banca de inversión escindidos del BCP en Perú, se integraron bajo la marca Credicorp Capital, una empresa que en 2016 aportó beneficios de cerca de 20 millones de euros al conglomerado. En 2017 el grupo acumuló beneficios por 1.027 millones de euros.

Con la desaceleración del crecimiento económico en América Latina y un clima de negocios empañado por el fin de ciclo de las materias primas, el primer quinquenio de Credicorp Capital no fue tan bueno como se esperaba. Pero con altos y bajos, el banco de inversión conquistó a los inversores andinos. En los mercados de capitales, su participación de mercado de 2016 medida en volúmenes negociados lo ubicó como el mayor jugador en renta variable en Perú (39%), Colombia (18%) y Chile (20%). También fue el líder de los parqués en renta fija, con la excepción de Chile, donde se ubicó en segundo lugar.

La empresa siguió con atención el proceso de la amnistía fiscal que Perú puso en marcha en 2017 para los capitales no declarados en el extranjero. La ley fijó una tasa del 10% para el dinero declarado y del 7% cuando es repatriado e invertido, por lo que la empresa espera ver un impacto positivo en su negocio de gestión de activos en 2018. En 2016, según los últimos resultados anuales publicados, el banco de inversión administró activos por 6.000 millones de euros y registró una rentabilidad sobre el capital promedio) del 11,7%.

Beneficios de la amnistía

Por el momento, la medida del Gobierno ya engordó las cuentas del BCP. Al finalizar la amnistía el 29 de diciembre, el buque insignia de Credicorp había captado 800 millones de dólares, más del 70% del dinero repatriado, según informó la empresa en enero. Del monto recaudado, un 30% fue a depósitos a plazo fijo, alrededor de un 35% a fondos mutuos y lo restante, a cuentas de ahorro o productos exclusivos de renta fija. La medida logró que se declararan 3.100 millones de euros pero solo el 28% fue repatriado.

A nadie sorprendió que el BCP fuera el gran ganador de la amnistía. Se trata del mayor banco privado del país, con una participación de mercado del 33% tanto en créditos directos como en depósitos totales, según las cifras que registra a enero de 2018 la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP de Perú (SBS). La entidad nació en 1889 como Banco Italiano, por el origen de sus fundadores, y adquirió su nombre vernáculo en 1942 al pasar a manos de la familia Romero, que se mantiene como uno de los principales accionistas. En 1995, consolidaron las operaciones bajo la enseña Credicorp como paso previo para su aterrizaje en Wall Street, concretado unos meses más tarde.

Antes de llegar a la Bolsa de Nueva York, el grupo había dado un paso importante en la región con la creación del Banco de Crédito de Bolivia en 1994. La entrada al país vecino se hizo mediante la compra del Banco Popular, que por su tamaño ocupaba entonces el puesto 13 en el sistema financiero nacional. Con la adquisición del Banco de La Paz en 1998 y la cartera del Banco Boliviano Americano un año más tarde, la subsidiaria del grupo peruano se convirtió en uno de las principales entidades financieras del país. En 2016 registró colocaciones por 1.377 millones de euros y una rentabilidad del 13%.

En los últimos años, Credicorp extendió sus operaciones tanto en la banca de inversión como en las microfinanzas. En 2014, su negocio en Perú dio un salto con la compra de MiBanco, una entidad dedicada al financiamiento de la “micro y pequeña empresa”, con 324 oficinas en el país. Según los datos de la SBS, la nueva subsidiaria tiene una participación de mercado cercana al 4%, con créditos por 2.370 millones de euros. “El nuevo MiBanco permitió apuntalar la inclusión financiera en el país, bancarizando a miles de peruanos”, afirman en Credicorp. En 2016 fueron unos 125.000 los clientes que recibieron un crédito por primera vez a través de la entidad. La inclusión fue un buen negocio. Durante ese ejercicio la empresa de microfinanzas obtuvo una rentabilidad sobre el patrimonio del 23%, la tercera más alta dentro del sistema financiero peruano.

Credicorp es asimismo uno de los actores principales de Perú en el sector de los seguros, con las operaciones del Grupo Pacífico, y es dueño de la empresa líder en administración de fondos de pensiones, Prima AFP, que alcanza el 31% de participación de mercado. En banca de inversión, además de Credicorp Capital, cuenta con Atlantic Security Bank, una entidad con sede en las Islas Caimán que gestionó activos por 4.446 millones de dólares en 2016.

Fuente: El País