El presidente de EEUU, Donald Trump, ha aprobado la imposición de un arancel especial del 30% a las importaciones de placas y células solares, así como de un gravamen de entre el 20% y el 50% a las de lavadoras, siguiendo la recomendación de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU con el objetivo de proteger los intereses de los fabricantes estadounidenses.

En concreto, EE UU gravará las compras de paneles solares con un arancel especial del 30% durante el primer año de funcionamiento de la medida, que bajará gradualmente al 25%, el 20% y el 15% al cuarto año. La importaciones de células solares con una potencia inferior a 2,5 gigavatios no se verán afectadas por este arancel.

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Asimismo, las importaciones de lavadoras pasarán a estar gravadas con un arancel especial del 20% en el caso de los primeros 1,2 millones de unidades, mientras que por encima de este umbral el gravamen pasa a ser del 50% del precio durante el primer año, bajando al 18% y 45% respectivamente el segundo año y al 16% para las primera 1,2 millones de unidades y del 40% para el resto en el tercer año.

Esta medida, aplicada con carácter general a las importaciones de lavadoras, responde al litigio abierto entre EEUU y los fabricantes Samsung y LG, a los que la administración estadounidense acusó en 2013 de llevar a cabo políticas ilegales de dumping con su producción en México y Corea del Sur para el mercado estadounidense, tras lo que ambos fabricantes trasladaron su producción a China y más tarde a países como Vietnam y Tailandia.

«Este anuncio pone fin a casi una década de litigios y dará como resultado nuevos empleos en fábricas de Ohio, Kentucky, Carolina del Sur y Tennessee«, declaró el presidente de Whirlpool, Jeff M. Fettig, tras conocerse la decisión del Gobierno de EEUU. «Es una victoria para los trabajadores y consumidores de EEUU», sentenció.

Por su parte, Samsung Electronics ha emitido un comunicado en el que señala que la decisión del Gobierno de EEUU «es una gran pérdida para los consumidores y trabajadores estadounidenses», añadiendo que este arancel representa un impuesto sobre cada consumidor que quiera comprar una lavadora. «Todos pagarán más con menos alternativas», subraya la empresa surcoreana.

Fuente: Cinco Días