En esta aldea global propiciada por Internet, un clic es suficiente para establecer un primer contacto con potenciales proveedores, socios o clientes y comenzar a hacer negocios. Aunque antes de escoger a los mejores compañeros de viaje para que nuestras aventuras empresariales lleguen a buen puerto, debemos tener una radiografía completa sobre ellos, con el fin de evitar cualquier posible riesgo comercial o de reputación.

Ahora bien, si queremos saber absolutamente todo sobre una determinada empresa, nuestra investigación no debe circunscribirse únicamente a los datos relativos a esa entidad, sino que debemos ir mucho más allá. Así lo explica David Rodríguez, gerente de Marketing de Informa D&B: “A la hora de establecer una nueva relación comercial, ya no basta con conocer al cliente o proveedor en sí para evitar posibles impagos o evaluar su reputación, sino que también es necesario saber con quién está relacionado, es decir, tener muy claras todas sus vinculaciones empresariales”.

Según Rodríguez, si poseemos esa información sobre los entramados accionariales de nuestros posibles socios, lograremos un doble objetivo: por un lado, comprobar si cumplimos lo que establece la legislación en materia de cumplimiento normativo o compliance; y por otro, recabar datos que ayudarán a anticiparse a potenciales riesgos con origen en las empresas vinculadas de proveedores y clientes, conseguir nuevas oportunidades de negocio e incluso reducir costes. No en vano, al desenmarañar la madeja podemos llevarnos sorpresas porque en ocasiones las vinculaciones son tan intrincadas que pensamos que hemos contratado a una compañía nacional cuando en realidad no lo es o que estamos trabajando con varios proveedores diferentes y lo cierto es que son parte de una misma red empresarial.

Pero en el entorno digital en el que nos movemos, donde tenemos infinitas fuentes de información en todo tipo de formatos y soportes, ¿se puede acceder de manera rápida a todas las vinculaciones empresariales de una compañía? ¿Es sencillo tirar del hilo hasta llegar a los auténticos propietarios de una empresa? ¿Podemos evitar a aquellos socios que ya participan en negocios de la competencia?

La respuesta a todas estas preguntas es , gracias a herramientas como la aplicación de vinculaciones empresariales de Informa, capaz de configurar informes personalizados con el árbol de relaciones de una determinada compañía a partir de una base de datos de más de 300 millones de empresas de todo el mundo.

Árboles que crecen con big data

Una vez que tenemos delante de nosotros un árbol de vinculaciones, es posible conocer de un vistazo cinco aspectos fundamentales:

1. Quiénes son los propietarios de una empresa.

2. Hasta dónde se extiende el control accionarial de una organización sobre otra, es decir, los porcentajes de participación entre los miembros de una misma “familia”.

3. Si una compañía puede verse afectada por situaciones de riesgo elevado que afectan a aquellas empresas con las que está vinculada. Aquí se especifica el nivel de riesgo de cada uno de los miembros de la “familia” y si alguna de las empresas que componen el árbol tienen incidencias judiciales, entre otros datos.

4. Las relaciones “ocultas” que hay dentro del árbol accionarial de una empresa.

5. En qué sectores y áreas geográficas se concentran los accionistas y entidades participadas de una empresa.

Para llegar a ese nivel de detalle, Rodríguez comenta que la aplicación de vinculaciones de su compañía se basa en tecnologías disruptivas que calculan procesos dentro del “lago de datos” conformado por todas las bases de datos y herramientas de cálculo disponibles en la plataforma de big data de Informa. Pero además, con el fin de ofrecer una experiencia de usuario amigable y que los reportes puedan personalizarse, se recurre a las tecnologías más avanzadas en materia de presentación y visualización de la información, como GraphFrames, poniendo especial atención en los aspectos de visibilidad y navegabilidad de la aplicación. “Todo ello da lugar a una navegación interactiva, lo que facilita una mayor capacidad de descubrimiento, análisis y diagnóstico de la información”, puntualiza.

La clave está en el número DUNS

Se llama número DUNS, del inglés Data Universal Numbering System (Sistema de Numeración Universal de Datos), y su objetivo es identificar con nueve dígitos, de forma única y en todo el mundo, a una empresa o negocio, al mismo tiempo que los vincula dentro de una organización, creando un árbol de familias corporativas.

En la economía global actual, esta clave se ha convertido en el estándar para hacer el seguimiento de las empresas a escala mundial. Para ello, la D&B Worldwide Network vincula los números DUNS de matrices, subsidiarias, oficinas centrales y sucursales de más de 78 millones de miembros de familias corporativas alrededor del mundo. Se trata de una clave reconocida y recomendada por las Naciones Unidas, el Gobierno Federal de Estados Unidos, el gobierno australiano y la Comisión de la Unión Europea, entre otros organismos, y presenta ventajas como las siguientes:

– En la gestión del riesgo, vincula ficheros de clientes con sus respectivas empresas matrices para aportar una visión global del riesgo en una familia corporativa única.

– En la gestión de compras, posibilita un mejor conocimiento de los proveedores, ayudando a identificar registros duplicados y proporcionando información sobre las vinculaciones empresariales. Este conocimiento mejora el poder de negociación, elimina costes fuera del proceso de compras y reduce el número de proveedores redundantes a nivel mundial.

Fuente: El País