En la mitología griega, Talos era un gigante de bronce que protegía Creta de los extranjeros y de los habitantes que querían abandonar la isla. Unos cuantos siglos después, el TALOS humanoide creado por la empresa barcelonesa PAL Robotics pasa de guardián a una especie de invasor.

Pero ojo, este robot bípedo llega a las fábricas en son de paz: ayudará a los trabajadores de la cadena de montaje del sector aeroespacial. Manipula herramientas de hasta seis kilos, sube escaleras y realiza tareas que pueden resultar lesivas o incómodas para los humanos. Existen cinco y cada uno ronda los 900.000 euros. De momento, no cabe esperar que se popularicen… mientras ese sea el coste.

Fuente: El País