Telefónica ha sacudido este martes el mercado de deuda al poner en marcha el proceso de refinanciación de su cartera de híbridos. El movimiento se ha articulado con dos operaciones simultáneas. Por un lado, una emisión de nueva deuda para financiar la transacción, en las que la empresa logró tipos de interés históricamente bajos, y por otro una oferta de recompra de los híbridos existentes, limitada a la cantidad colocada.

El importe de las emisiones se cerró en 2.250 millones de euros, tras alcanzar una demanda de los inversores de más de 5.000 millones, con más de 450 órdenes, según fuentes de la compañía. Es la mayor emisión de nuevos híbridos realizada este año en todo el mundo. La intención de la operadora desde un primer momento ha sido mantener el actual nivel de capital híbrido.

En un hecho relevante remitido a la CNMV, la teleco explicó que recompraría bonos de cinco emisiones de deuda subordinada a cinco, seis, ocho y diez años por 4.350 millones de euros, y de una emisión de 600 millones de libras. El objetivo principal es hacer frente a la emisión de bonos de 1.125 millones, con vencimiento en septiembre de 2018. Con el resto se hará frente a las otras colocaciones. La oferta concluirá el 20 de marzo.

Las nuevas obligaciones perpetuas subordinadas se dividieron en dos tramos: el primero con first call date a partir de 5,7 años y el segundo a 8,5 años.

La firma quiso aprovechar el actual entorno de tipos de interés, casi en mínimos históricos. El coste medio de la nueva emisión es del 3,39%, por debajo del coste promedio de los bonos híbridos que Telefónica ofrece comprar, que se sitúa en el 5,94%. La fortaleza del libro permitió reducir la indicación inicial de coste en 25 puntos básicos, y elevar el volumen total en 250 millones.

Además, la teleco ha ampliado el periodo de ejercicio de la call de la cartera de híbridos, actualmente situada en 3,3 años de media. La duración promedio de la nueva colocación es de siete años.

Antes de las transacciones, el valor de la cartera de híbridos de Telefónica era de 7.000 millones. La teleco ocupa la cuarta posición en volumen de emisión de estos instrumentos, por detrás de Volkswagen, EDF y Total, si bien es la primera en número de colocaciones.

En términos generales, Telefónica no prevé que estas operaciones tengan impacto en su rating. Moody’s asignó un rating a la nueva deuda de Ba2 por BB+ de Fitch. “Está dos escalones por debajo de la deuda senior de Telefónica de Baa3, porque es un instrumento profundamente subordinado a otra deuda de la estructura de capital de la compañía”, señaló Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s. Las agencias de calificación permiten a las empresas computar los híbridos como capital de forma parcial. S&P introdujo en enero cambios en la metodología de estos instrumentos, que facilitaban su refinanciación.

Lo cierto es que la compañía ha empezado el año con una actividad intensa en el mercado de deuda. A final de febrero, Telefónica volvió al mercado de EE UU al colocar una emisión de bonos por un importe agregado de 2.000 millones de dólares americanos (unos 1.634 millones de euros), con vencimiento a 20 y 30 años. La colocación se realizó en dos tramos: uno por un importe de 750 millones de dólares americanos, con vencimiento el 6 de marzo de 2038, con cupón del 4,665%. El segundo por un importe de 1.250 millones de dólares, con vencimiento el 6 de marzo 2048, con cupón del 4,895%. Con estos plazos de vencimiento, el objetivo de la operadora pasaba por extender la vida media de sus emisiones de deuda.

Con anterioridad, a mediados de enero, Telefónica lanzó una emisión de bonos a nueve años por un importe de 1.000 millones de euros. La emisión tenía lugar solo seis semanas después de una colocación de deuda híbrida 1.000 millones de euros.

A su vez, Telefónica Deutschland cerró una emisión de 250 millones de euros, con un tramo colocado a través de la tecnología blockchain.

Telefónica cerró 2017 con una deuda total de 44.230 millones de euros (48.595 millones a final de 2026, con un ratio de apalancamiento de 2,66 veces el oibda (2,95 veces al términos de 2016). La posición de liquidez de la operadora al cierre de 2017 era de 20.900 millones: 7.300 millones en tesorería y 13.500 millones en líneas de crédito sin utilizar.

Fuente: Cinco Días