Telefónica ha puesto en marcha una operación de recompra de bonos híbridos, que será financiada con dos emisiones de nueva deuda, ya en proceso de colocación. El importe máximo de la recompra sería de 5.000 millones de euros. Ahora bien, no parece probable que se alcance esa cifra. La intención de la operadora es mantener el actual nivel de capital híbrido, y en ningún caso, el importe de la recompra será superior al importe de los nuevos híbridos emitidos.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la teleco ha indicado que recomprará bonos en euros de cinco emisiones de deuda subordinada a cinco, seis, ocho y diez años por un importe de 4.350 millones de euros, más una emisión de 600 millones de libras (cerca de 676 millones de euros). 

El objetivo principal de la teleco es hacer frente a la emisión de bonos de 1.125 millones de euros, cuyo vencimiento está previsto para septiembre de 2018. Con el resto de los fondos obtenidos, se hará frente al resto de colocaciones, si bien no se alcanzará el importe total. En este caso, se han excluido los bonos que vencen en 2022 y 2023. La oferta ha dado comienzo hoy y concluirá el próximo 20 de marzo.

Con respecto a las dos nuevas emisiones de deuda, una de ellas será amortizable a partir de 5,7 años de la fecha de emisión y la otra amortizable a partir de 8,5 años de la fecha de emisión. Según Reuters, la emisión a 5,7 años está colocándose con muestras de interés iniciales en el área de 3,25% anual, mientras que el interés de la emisión a 8,5 años se mueve en el entorno del 4,125%. 

Moody’s ha asignado un rating a la nueva deuda de Ba2 a largo plazo mientras que Fitch ha otorgado una calificación de BB+. “La calificación de Ba2 está dos escalones por debajo de la deuda senior de Telefónica de Baa3, principalmente porque es un instrumento profundamente subordinado a otra deuda de la estructura de capital de la compañía”, ha señalado Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s.

En términos generales, Telefónica no prevé que las operaciones en marcha tengan impacto en su rating. La intención de la teleco ha pasado siempre por mantener una calificación con grado de inversión fuerte.

 Antes de estas transacciones, Telefónica había emitido híbridos por un importe de 7.000 millones. Así, los fondos serán destinados a propósitos generales de la compañía, así como para fortalecer los ratios financieros, refinanciar la deuda híbrida y preservar la posición de liquidez.

Lo cierto es que la compañía ha empezado el año con una actividad intensa en el mercado de deuda. A final de febrero, Telefónica volvió al mercado de EE UU al colocar una emisión de bonos por un importe agregado de 2.000 millones de dólares americanos (unos 1.634 millones de euros), con vencimiento a 20 y 30 años. La colocación se realizó en dos tramos: uno por un importe de 750 millones de dólares americanos, con vencimiento el 6 de marzo de 2038, con cupón del 4,665%. El segundo por un importe de 1.250 millones de dólares, con vencimiento el 6 de marzo 2048, con cupón del 4,895%. Con estos plazos de vencimiento, el objetivo de la operadora pasaba por extender la vida media de sus emisiones de deuda.

Con anterioridad, a mediados de enero, Telefónica lanzó una emisión de bonos a nueve años por un importe de 1.000 millones de euros. La emisión tenía lugar solo seis semanas después de una colocación de deuda híbrida 1.000 millones de euros.

A su vez, Telefónica Deutschland cerró una emisión de 250 millones de euros, con un tramo colocado a través de la tecnología blockchain.

Telefónica cerró 2017 con una deuda total de 44.230 millones de euros (48.595 millones a final de 2026, con un ratio de apalancamiento de 2,66 veces el oibda (2,95 veces al términos de 2016). La posición de liquidez de la operadora al cierre de 2017 era de 20.900 millones: 7.300 millones en tesorería y 13.500 millones en líneas de crédito sin utilizar.

Fuente: Cinco Días