Telefónica ha diseñado un plan de desescalada ante la crisis del Covid-19, bajo el prisma de que la sociedad ha entrado en territorios no explorados. El grupo defiende que se anticipó en la protección de la salud de la plantilla, y ahora vuelve a adelantarse al plantear cómo será el regreso a la “nueva normalidad”.

El plan está basado en tres fases, alineadas con la evolución de la crisis, tal y como adelantó hace pocos días el presidente, José María Álvarez-Pallete: riesgo (flexibilización de la reincorporación laboral por el Gobierno); disminución del riesgo y contagios (más movilidad decretada por el Gobierno y sujeta a actividad escolar y transporte público); y control de la pandemia o nueva normalidad, en la que habrá una aceleración de la transformación con la implantación de nuevos modelos operativos. El teletrabajo será un pilar fundamental.

El plan será aplicable a cada país en función de sus condiciones particulares, mientras que la reincorporación estará determinada por las medidas del Gobierno y las indicaciones de los órganos competentes. El calendario estará determinado por la evolución de la pandemia, con la posibilidad de que concurran calendarios diferentes por regiones o provincias.

Las prioridades pasan por salvaguardar la salud de los equipos, controlar riesgos o futuras contingencias, y asegurar el servicio a los clientes.

El plan cuenta con la participación del departamento de recursos humanos, personal del negocio, seguridad y servicios generales, legal y comunicación, y estará acordado con los representantes de los trabajadores. Telefónica va a establecer comités de seguimiento de Covid-19, para asegurar la continuidad del negocio, la gestión de las personas y las decisiones sobre excepciones.

En las primeras dos fases hay varios ejes, encabezados por las medidas de preventivas y las condiciones para el retorno.

Entre las medidas físicas se recurrirá a la tecnología, equipos de protección individual, limpieza y mayor espacio. Así, habrá limitación de ocupación con una distancia de seguridad de dos metros (30%-50% por planta en función de la fase), flexibilidad de horarios, limitación de ocupación de ascensores (un 10%), y cierre de salas y áreas de servicio. Habrá restricciones en las visitas, viajes y eventos, fomentando las reuniones online.

La compañía tiene en marcha un plan específico para tiendas, que contempla la instalación de mamparas de seguridad.

Salud

La teleco contempla un amplio seguimiento de la salud, con pruebas de diagnóstico a los empleados. Así, ha establecido tres niveles de riesgo para el personal, en función de sus puestos y tareas. En la monitorización se incluirán test rápidos serológicos, complementados con PCR.

La incorporación presencial será progresiva. En la fase primera volverán los empleados de actividades que no se pueden hacer por teletrabajo, mientras que en la segunda serán los de actividades en los que la presencia física aporta valor. Se excluirá el retorno de los profesionales de riesgo, mientras que el retorno de personas con situaciones familiares complicadas será voluntario.

En la nueva normalidad habrá un recomienzo, con un modelo operativo y nuevas formas de trabajar basadas en la digitalización, el trabajo colaborativo y la agilidad. Telefónica reforzará la flexibilidad, junto con una hoja de ruta para apoyar la transformación de cada área y apoyar la gestión del cambio.

Además, ha programado un reforzamiento de la seguridad en el teletrabajo, con mayor protección dispositivos y accesos remotos, protección del entorno doméstico, y refuerzo capacidades transversales en el acceso remoto masivo.

Fuente: Cinco Días