El consejo de Telefónica ha dado esta mañana luz verde al plan de bajas incentivadas para 2019 y que podría afectar a más de 4.000 personas, tal y como publicó ayer CincoDías. Para afrontar este proceso la compañía realiza una dotación de 1.600 millones y calcula un ahorro de 220 millones a partir de 2021. También prevé un afecto positivo en generación de caja desde el primer año.

Según fuentes sindicales, a este nuevo PSI (Plan de Suspensión Individual) podrían acogerse exclusivamente la plantilla nacida en 1966 (cerca de 2.200 personas) o en años anteriores (unos 2.000 empleados más). Así se posibilitaría la adscripción de aquellas personas que en su momento declinaron participar en los anteriores ERE o PSI.

Dicho posicionamiento se hará efectivo en la reunión de la mesa de negociación del II Convenio de Empresas Vinculadas (CEV) que tendrá lugar mañana día 11 de septiembre. Estas fuentes indican que, con esta medida, la dirección pretende un ahorro de la masa salarial futura con el que paliar la difícil situación económica que atraviesa el grupo Telefónica en España y con el que trata de recuperar la confianza de los inversores y accionistas. 

Los sindicatos mayoritarios de Telefónica, UGT y CC OO, van a exigir que el nuevo plan de bajas voluntarias en España tenga las mismas condiciones que las establecidas en el anterior programa, como condición para firmar.

Este plan laboral —que la compañía va a trasladar a los sindicatos mayoritarios en el marco de la negociación del convenio de empresa— incluye un plan de formación de la plantilla para afrontar las nuevas necesidades de la compañía (digitalización, robotización y automatización de procesos).

Además, el consejo —cuya convocatoria adelantó dos semanas el consejero delegado, José María Álvarez-Pallete— ha analizado fórmulas para mejorar la cotización de la compañía. Ha decidido acelerar «los planes de monetización de sus torres» y aumentar sus sinergias. En concreto, analiza desprenderse de una parte de sus torres en los próximos 12 meses, entre las que baraja su incorporación a Telxius. Cifra en 50.000 los emplazamientos de los que se puede desprender para generar un impacto positivo en el oibda de 360 millones.

Telefónica opera una cartera 130.000 torres de telefonía en todo el mundo y es propietaria de unas 68.000. Creó en 2016 Telxius como un operador líder de torres, propietario de 18.000 emplazamientos. Tras una frustrada salida a Bolsa, dio entrada a KKR con el 40% y después, la sociedad de inversión de Amancio Ortega, Pontegadea, adquirió un 10% más.

Además, en el Reino Unido, Telefónica cuenta con alrededor de 7.000 torres a través de su participación del 50% en Cornerstone, cuyo socio es Vodafone. En Alemania,  es propietaria de unos 19.000 emplazamientos. La compañía cita la búsqueda de sinergias con otros operadores locales como otra de las soluciones. 

La publicación de estos planes en un hecho relevante remitido a la CNMV ha tenido su correlato directo en la cotización. La compañía se ha dado la vuelta en Bolsa y sube en torno a un 0,2%.

Fuente: Cinco Días