Dos de las operadoras más grandes de telefonía móvil de Estados Unidos, T-Mobile y Sprint, han suspendido las negociaciones que mantenían desde hacía semanas para una posible fusión. T-Mobile, filial del grupo alemán Deutsche Telekom, y Sprint, controlada por el grupo japonés SoftBank, son la tercera y la cuarta fuerza en servicios inalámbricos del país norteamericano, por detrás de Verizon y AT&T, y su unión habría contado con más de 100 millones de clientes.

Directivos de Sprint y Deutsche Telekom se reunieron en Tokio este fin de semana para abordar el marco que regiría la potencial combinación de las compañías, pero no llegaron a un acuerdo y decidieron parar la negociación, indicaron las empresas en sendos comunicados.

El presidente y consejero delegado de T-Mobile en Estados Unidos, John Legere, señaló que las firmas habían finalizado “conjuntamente” las conversaciones para abordar “la compra de Sprint”, y que la unión no garantizaba una creación de valor para T-Mobile.

El consejero delegado de Sprint, Marcelo Claure, reconoció los beneficios que habría conllevado la operación, en la que Deutsche Telekom hubiera tenido un control total, según The Wall Street Journal, que apunta que el presidente de Sprint, Masayoshi Son, no estaba de acuerdo con ceder ese control.

Planes de Softbank

En lugar de avanzar con la fusión, Softbank planea comprar más acciones de Sprint en el mercado abierto —ahora tiene el 80 %—y mantenerse por debajo del 85%, que desencadenaría una oferta pública de adquisición, de acuerdo con la información del citado diario.

Sprint y T-Mobile, que ya estudiaron una posible fusión en 2014, barajaron un acuerdo que habría convertido a Legere en consejero delegado de la firma resultante, señalaron fuentes conocedoras del asunto al diario. Las autoridades estadounidenses de competencia indicaron en 2011 que consideraban mejor para la industria que hubiera cuatro proveedores de telefonía móvil en lugar de tres.

Fuente: El País