El consejero delegado y director general de Enel, la eléctrica italiana que posee un 70% de Endesa, ha asegurado que el grupo se siente tranquilo con el acuerdo de gobierno suscrito por PSOE y Unidas Podemos. “Estamos muy contentos de que al final se llegó a un acuerdo. No nos preocupa particularmente [Podemos]. Esperemos que el Gobierno siga tranquilamente y no se vuelva a votar otra vez. España está haciendo un cambio marcado por la ministra Ribera que empezó de la mejor manera posible, con sentido”, ha valorado.

Igualmente, el alto directivo italiano ha señalado que “España tiene que cambiar muchas cosas para ser competitiva pero es algo que no nos preocupa particularmente”. El grupo transalpino ha presentado este martes su plan estratégico 2020-2022 en el que contempla una fuerte inversión en renovables y un desplazamiento del peso del carbón en su mix energético.

De esta manera, Enel prevé una inversión bruta de Endesa de 6.300 millones en el periodo para potenciar, precisamente las renovables. Según la hoja de ruta marcada, el 47% de la inversión bruta del grupo (12.500 millones de euros) irá destinada directamente a renovables, de los que 11.500 millones servirán para aumentar la capacidad instalada, que se elevará en 14,1 GW, hasta alcanzar los 60 GW en 2022.

Para España y Portugal, Enel prevé que Endesa aumente su parque renovable en 2,8 GW hasta alcanzar una capacidad de 10,2 GW en 2022 frente a los 7,4 GW que tiene instalados en 2019.

De hecho, Endesa ya había anunciado el cierre de sus centrales de carbón (para el próximo año prepara el cierre de las plantas de As Pontes, en A Coruña; Litoral, en Almería; Compostilla, en León; y de Andorra, en Teruel) y, según detalla el plan, la capacidad instalada de carbón se reducirá de los 5,1 GW actuales a 2,8 GW en 2020 y 0,2 GW en 2021 y 2022.

Precisamente, el cierre de las centrales de carbón provocó un deterioro contable de 1.398 millones de euros en el resultado de la energética española en los primeros nueve meses del año que se reflejó en un descenso del beneficio neto a septiembre de 2019 del 85%. No obstante, Endesa ya explicó que no tiene impacto en su beneficio ordinario (sin los efectos derivados de la discontinuidad en sus centrales de carbón el beneficio habría aumentado un 3%) y tampoco afectaría a la distribución de dividendo a los accionistas (Endesa reparte el 100% del beneficio).

Según expresó Starace, “la descarbonización es algo que Endesa está gestionando muy bien. No es algo que hagamos por estar obligados, tiene un sentido económico. Cada año hacemos un análisis de los activos en cada país, y en las plantas que no serán rentables no vamos a invertir. Las plantas ineficientes salen del sistema y se remplazan por las renovables que son más rentables de cara al futuro”.

En ese sentido, el alto directivo italiano aseguró que la compañía está estudiando la compra de activos que ACS sacó a la venta a través de su filial Zero-E. “Hay muchos activos en venta y compra en España, es un momento mágico de activos renovables. Los estamos analizando todos incluso los de ACS. Vamos a ver si llegamos a algún resultado final, pero no solo está ACS, hay muchos otros”, concluyó. 

Fuente: Cinco Días