Kazuo Hirai, artífice de la transformación de Sony de la última década, dejará el cargo de presidente ejecutivo de la compañía japonesa el próximo 1 de abril. La tecnológica será dirigida a partir de entonces por Kenichiro Yoshida, el hasta la fecha responsable financiero del grupo.
Juntos, Hirai y Yoshida, fueron los encargados de acometer la transformación del portafolio de la compañía, con el fin de recuperar la rentabilidad del negocio. El grupo nipón sufrió durante los primeros años de este siglo por el fuerte impacto de innovaciones como el iPod y el iPhone de Apple, así como por la presión, especialmente en precio, de otros rivales asiáticos.
«La transición fue propuesta al comité de nominaciones de Sony por Hirai», informó la compañía, que acometerá la siguiente fase de su plan estratégico bajo la nueva estructura de gestión que asumirá las riendas en abril bajo la dirección de Yoshida.
«Mi primera prioridad será finalizar nuestro plan empresarial de medio rango a partir de abril, así como nuestro plan de negocio inmediato para 2018», declaró el nuevo consejero delegado de Sony.
«A medida que la compañía se aproxima a un momento crucial, cuando nos embarcaremos en un nuevo plan de medio rango, considero que resulta ideal pasar el testigo de liderazgo a un nuevo equipo gestor», apuntó Hirai.
Hirai mantendrá el cargo de presidente, aunque todo el peso ejecutivo recaerá a partir de ahora en Yoshida. Los analistas aseguraron que la principal tarea del nuevo responsable de la compañía será mantener el buen momento que vive su negocio.
Sony multiplicó por once su beneficio neto atribuido en los nueve primeros meses de su año fiscal, que concluye el próximo 31 de marzo, hasta 507.620 millones de yenes (3.700 millones de euros), un 1.012% más que un año antes.
Las ventas netas de Sony entre abril y diciembre sumaron un total de 5,57 billones de yenes (40.631 millones de euros), un 15,3% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente, gracias al fuerte crecimiento de los ingresos del negocio de videojuegos, cuya facturación creció un 231%, hasta 1,49 billones de yenes (10.860 millones) impulsada por las ventas de PlayStation.
Otros avances destacados se observaron en el negocio de música de la compañía japonesa, con un incremento interanual de la facturación del 123%, hasta 593.000 millones de yenes (4.,324 millones de euros) mientras que la división de películas incrementó un 109% sus ingresos, hasta 710.000 millones de yenes (5.177 millones de euros).
Entre octubre y diciembre, tercer trimestre de su ejercicio fiscal, Sony obtuvo un beneficio neto atribuido de 295.897 millones de yenes (2.157 millones de euros), cifra que supone multiplicar por 15 su resultado del mismo periodo del ejercicio precedente, mientras las ventas netas de Sony sumaron 2,27 billones de yenes (16.616 millones de euros), un 10,7% más.
De cara al cierre de su ejercicio fiscal el próximo 31 de marzo, Sony mantiene su pronóstico de lograr una cifra de negocio de 8,5 billones de yenes (61.971 millones de euros), un 11,8% más que en el ejercicio precedente, mientras que la compañía espera ganar 480.000 millones de yenes (3.499 millones de euros), un 26,3% más que su anterior pronóstico, sextuplicando su beneficio del año precedente.
Fuente: Cinco Días