Todos los flecos están a punto para que Platinum Equity se haga con el control de Iberconsa, la segunda pesquera española y la principal competidora de Pescanova en la distribución de pescado congelado. El fondo, que también es dueño del equipo de la NBA Detroit Pistons, ultima con Santander y Bank of America Merril Lynch la financiación de la operación.

Fueron precisamente los recelos de algunos bancos los que retrasaron la operación. Portobello, que controlaba el 55% de la sociedad, contrató en primavera a EY y Nomura para coordinar el proceso.. Recibió el interés de una larga lista de fondos como Ardian, Cinven o Blackstone, pero solo tres inversores remitieron a finales de octubre ofertas vinculantes: Pamplona Capital, Legend y el propio Platinum.

El holding chino Legend, propietario de Lenovo, se autodescartó al preferir la compra de una competidora en Chile. Y la puja de Pamplona –inferior a los 400 millones, según fuentes financieras– se antojaba demasiado pequeña al fondo pilotado por Juan Luis Ramírez y al equipo directivo de Iberconsa, que retiene la participación restante. El camino quedaba expedito para Platinum.

Sin embargo, el cierre de la operación se retrasó cuatro meses. Fuentes financieras indican que los causantes de esta demora fueron los comités de riesgo de las entidades financieras. La exposición de Iberconsa a países como Namibia y Sudáfrica, donde tienen buena parte de sus caladeros, provocaron que algunos bancos no pudiesesn ni siquiera considerar la operación.

Además, los intereses de la compañía gallega en Argentina complicó también las labores de due diligence. La crisis en el país austral del pasado verano provocó que Argentina entrase en hiperinflación y las compañías con intereses en el país se viesen obligadas a actualizar el valor de todos sus activos. También penalizó la operación la introducción por el Gobierno de Macri de un impuesto a las exportaciones.

Todo ello hizo rebajar las pretensiones económicas de los compradores. Las primeras valoraciones partían de los 700 millones, pero finalmente Platinum desembolsó 500 millones por una participación mayoritaria, más de 20 veces los 23,24 millones de ebitda de 2017. Portobello y el equipo gestor retendrán aún una parte de la compañía.

Así, el importe que financiarán Santander y Bank of America Merril Lynch estará entre los 200 y los 300 millones. La operación de Platinum en Iberconsa es un clásico en el capital riesgo, un leverage buyuout. Es decir, el comprador financia una operación con sus propios fondos y a través de la deuda que inyecta directamente en la compañía adquirida. Habitualmente el importe desembolsado se reparte al 50% entre ambas opciones.

A 31 de diciembre de 2017, según las últimas cuentas consolidadas depositadas en el Registro Mercantil y consultadas con Insight View, la compañía contaba con una deuda financiera bruta de 46,93 millones. Esta se repartía en 25 préstamos con diversas entidades financieras que vencen todos ellos antes de 2023 y por los que pagó un interés medio anual del 1,65%.

Fuente: Cinco Días