Ryanair ha registrado una caída del 7% en los resultados de su primer semestre fiscal (que finaliza el 30 de septiembre), a causa de los mayores costos de combustible y las cancelaciones de las reservas causadas por huelgas.

La aerolínea también sube el tono de los riesgos que afronta is hay un Brexit duro: en el caso de un Brexit duro, «nuestros accionistas del Reino Unido serán tratados como no pertenecientes a la UE», señala. En ese caso, junta de accionistas «restringirá los derechos de voto de todos los accionistas no pertenecientes a la UE (y los limitará a vender acciones solo a ciudadanos de la UE) para garantizar que Ryanair siga siendo de propiedad mayoritaria y esté controlada por accionistas de la UE».

Ryanair, que obtiene la mayor parte de sus ganancias en la temporada de verano, anunció una ganancia de 1.200 millones de euros entre marzo y septiembre. Reiteró su pronóstico de ganancias para todo el año de entre 1.100 millones de euros y 1.200 millones de euros.

El tráfico aumentó un 6% hasta 76,6 millones de usuarios y los ingresos aumentaron un 8% hasta 4.430 millones. El margen neto sin embargo, cae cuatro puntos básicos hasta el 25%.

La compañía señala que las tarifas medias han caído un 3% debido a que por los paros hubo mayor número de cancelaciones de vuelos de tarifas más elevadas. Espera además que las tarifas vuelvan a caer otro 2% en la segunda mitad del año. 

Hace tres semanas, la compañía redujo sus previsiones de ganancias para todo el ejercicio un 12% y advirtió que puede seguir lo peor si una se mantienen las huelgas de pilotos y tripulación de cabina en toda Europa, que ha afectado al tráfico y las reservas.

Las acciones de Ryanair, que también están afrontando los mayores precios del combustible,  cerraron el viernes a 11,51 euros, un 20% por debajo de hace tres meses. Respecto al máximo de agosto de 2017, la acción pierde un 40%. 

Fuente: Cinco Días