El barro es big data, machine learning, blockchain, IoT. Sus escultores se reunirán el próximo 28 de noviembre en RETINA LTD, un evento de EL PAÍS RETINA que reúne a los líderes que están encabezando la nueva revolución industrial. Durante una jornada completa, ejecutivos de empresas como Google, Tesla, Telefónica o Grupo Santander, acompañados por consultores, economistas y políticos, debatirán sobre cuáles son las tendencias presentes en esta nueva economía. La cita será en los Auditorios Nouvel del museo Reina Sofía de Madrid. Puedes solicitar tu entrada en este enlace.

A las 9.30 arrancará el evento con una breve introducción que servirá como antesala a la gran mesa redonda del día. Fuencisla Clemares, directora general de Google España y Portugal; Manuel Silva, director de inversiones de Santander; José Luis Sancho, director general de Accenture Digital para Iberia y Carme Artigas, cofundadora y CEO de Synergic Partners Telefónica será los contertulios que darán las Visiones de la Transformación Digital. Este debate pretende proyectar un caleidoscopio de perspectivas sobre la palpitante reformulación de la economía que afecta a todas las empresas, gobiernos y sociedades. Lo moderará Jaime García Cantero, director de Contenidos de Retina.

Acto seguido será el turno para hablar de Estrategia, de cómo el mundo de los negocios afronta en la praxis los cambios. Comenzará Tesla, la compañía que imagina coches voladores o la conquista humana de Marte de la mano del catalán Pere Brugal, director de Tesla para el Sur de Europa. Después será turno para Thomas Beerman, CEO de Car2go, y para una mesa redonda que reunirá al matemático y analista económico Juan Ignacio Crespo y el cofundador y presidente ejecutivo de la universidad digital ISDI Javier Rodríguez Zapatero. Juntos, hablarán de Escenarios económicos y nichos de oportunidad.

La disrupción digital ha traído cambios profundos a las interacciones humanas. El lenguaje también se ha visto invadido por nuevos conceptos, la inmensa mayoría de origen anglosajón, para definir todos los matices de este nuevo mundo… Uno de esos nuevos términos es el de cultura beta, que significa cambiar radicalmente el concepto de productos acabados que están listos para ser lanzados al mercado. Cultura beta es ofrecer a un público global un producto que siempre estará en una mejora continua, influido por su constante y recíproca interacción con el público que lo consume, critica y moldea. Un ejemplo de éxito, el del departamento de I+D de Telefónica que dirige David del Val, y sendos debates, Políticas económicas para fomentar la innovación: cómo construir un ecosistema y Visiones sobre la innovación, completarán este bloque.

Tras la pausa para el café de media mañana, la recta final de la mitad de la jornada descifrará los secretos del machine learning, esa tecnología que emplea algoritmos capaces de aprender y mejorar por sí mismos las soluciones que persiguen. Ponentes como Emmanuel Moneget, director de Ingeniería y líder de European Google Research, José Luis Flórez, CEO y fundador de DIVE, o Ramón López de Mantaras, director del instituto de investigación en inteligencia artificial del CSIC, desgranarán todas las posibilidades y dilemas éticos y sociales que arrastra una disrupción que ya está cambiando irremediablemente el panorama laboral. Cerrarán la jornada matutina una Idea Jam, brainstorming dedicado a explorar los límites de tecnologías como el blockchain, las infraestructuras inteligentes, o el Internet de las cosas y una ponencia final de Chance Coughenour, arqueólogo digital y director del Google Cultural Institute.

A partir de las cuatro de la tarde, RETINA LTD se aflojará la corbata para dirigir sus charlas a un nuevo público, en colaboración con la universidad digital ISDI y con la escuela de negocios IE Business School. De la mesa de juntas a otras cuatro áreas del negocio: marketing, talento, departamento legal o ciberseguridad. Dos horas de aprendizaje que redondean una jornada para abrazar la revolución digital y tratar de domarla. Porque, para bien o para mal, ha venido para quedarse.

Fuente: El País