El consejo de administración de Red Eléctrica aprobó ayer una serie de medidas de ahorro en sus gastos para paliar el impacto de los cambios retributivos de las redes de transporte propuestos por la CNMC en una circular en trámite (solo está pendiente del dictamen del Consejo de Estado) y mantener el compromiso de dividendo de su plan estratégico 2018-2020, fijado en un mínimo de un euro por acción.

 En dicho plan, publicado este año, REE ya tuvo en cuenta el posible ajuste de las circulares que la CNMC puso en marcha en febrero. De hecho, aunque el tajo para los años 2020 (en que entrará en vigor), 2021 y 2022 superan los 100 millones de euros anuales, el plan estratégico ya absorbía una parte del mismo, con lo que el impacto por cubrir es de 32 millones cada año, según los cálculos proporcionados por la empresa.

El plan de ajuste, que la compañía ha comunicado previamente a los representantes sindicales, incluye un plan de bajas incentivadas “voluntarias y de mutuo acuerdo”, dirigido a los mayores de 63 años, unos 60 trabajadores que suponen un 3% de la plantilla. Esta medida irá acompañada de nuevas contrataciones con un coste laboral más bajo y de personal especializado en digitalización de las redes, según la empresa.

Además de este ajuste, ayer se aprobó una congelación de la retribución del consejo en los próximos tres años y de los sueldos y salarios del equipo directivo, así como un plan de eficiencia y transformación que impulse “la revisión de procesos, la automatización de los procesos, la digitalización y la innovación tecnológica para lograr eficiencias en reducción de costes, liberación de mano de obra y generación de nuevos ingresos”.

Todas estas medidas forman parte de un plan de ahorro de mayor alcance cuyo objetivo es mantener el dividendo comprometido con sus accionistas y evitar, de eso modo, que las acciones vuelvan a caer en Bolsa. Concretamente, pretende “garantizar el dividendo” durante los años que restan hasta cumplir el plan estratégico, “las inversiones necesarias para llevar a cabo la transición energética y continuar la apuesta por la diversificación del negocio de telecomunicaciones, el desarrollo internacional y la innovación”, señala en una nota de prensa.

De esta manera, el grupo que preside Jordi Sevilla, salva unos años en que el recorte de ingresos aún será blando. El ajuste duro para REE llegará en 2024 cuando la bolsa de activos anteriores a 1998 (un 30% del total) se darán por amortizados y solo recibirán, aunque mejorada en un 30%, una retribución por su operación y mantenimiento.

Entre 2020 y 2022 sufrirá un impacto que la empresa ha reducido a los citados 32 millones anuales derivado de la bajada de la tasa de rentabilidad para las redes del 6,5% al 5,58% y menores ingresos por mantenimiento. Aunque el fin de la amortización de los activos antiguos estaba prevista a partir de 2023, la compañía acaba de conseguir que el Ministerio para la Transición Ecológica aplace el recorte que ello supone a 2024.

Así lo comunicó la semana pasada en un hecho relevante en el que explicaba que el ministerio, previo informe favorable de la CNMC, había reconocido inversiones de mejora de dichas redes entre los años 2015 y 2018 que se traducirá en una retribución de 270 millones de euros en 2023. Por tanto, no se trata de un regalo del Gobierno a REE, sino el reconocimiento de unas inversiones.

En el próximo plan estratégico a partir de 2022, el grupo ya recogerá el impacto duro de la circular y se atendrá para sus inversiones en el contenido de la nueva planificación energética en marcha.

La circular, a punto

El Consejo de Estado dictaminará en breve la circular de la CNMC que fija la metodología de retribución de las redes eléctricas (distribución y transporte) en el periodo regulatorio 2020-2025. dado que el Consejo solo analiza si la propuesta es conforme a la ley y no entra a valorar el fondo, todo apunta a un dictamen favorable, como ha hecho ya con dos de las 14 circulares que el supervisor debe aprobar este año.

El contenido de la correspondiente a las redes eléctricas ya es conocido. Tras las alegaciones de las afectadas, la CNMC incluyó algunos ajustes a los recortes anunciados en julio, si bien, mantenía intacta la tasa de retribución financiera. Uno de los cambios introducidos es el de aplicar una retribución específica para la digitalización de las redes, aunque no admitió la principal reivindicación de REE: ampliar el periodo de amortización de sus activos anteriores a 1998.

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Fuente: Cinco Días